ISBN 0124-0854
N º 186 Abril de 2012
Pombo en sus letras
De noche
La vieillesse est une voyageuse de nuit Chateaubriand
No ya mi corazón desasosiegan Las mágicas visiones de otros días. ¡ Oh Patria! ¡ oh casa! ¡ oh sacras musas mías! ¡ Silencio! Unas no son, otras me niegan.
Los gajos del pomar ya no doblegan Para mí sus purpúreas ambrosías; Y del rumor de ajenas alegrías Sólo ecos melancólicos me llegan.
Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche Son ceguedad. ¡ Feliz el que consulta Oráculos más altos que su dueño!
Es la vejez viajera de la noche; Y al paso que la tierra se le oculta, Ábrese amigo a su mirada el cielo.
Apuntaciones autobiográficas
[…] Aprovecho esta ocasión para recordar algo de mi carrera poética, ya que ella ha robado tanto tiempo a mis ocupaciones, ya que ha sido la más inocente y dulce distracción que he encontrado en los diecisiete años que cuento de existencia. Ella ha ido perteneciendo, se puede decir, a diferentes escuelas, a diferentes géneros; ha ido variando con las épocas, con los meses y aún con los días, con las poesías que llegaban a mis manos, con cada autor que me deleitase por sus ideas, por su expresión, por sus novedades; antipatizando yo muchas veces a la primera línea que leía con poetas aquí acreditados.
Soy, desde que nací, poco sensible bajo un aspecto, excesivamente sensible e impresionable bajo otro y desde mis primeros años manifesté ansia de leer y escribir, siendo regularmente mis diversiones diferentes de lo que debían ser para mi edad y según lo que veía en los muchachos con quienes me reunía diariamente. Acaso yo