ISBN 0124-0854
N º 181 Octubre de 2011 específicas que le competen a la institución universitaria en la actualidad.
La sociedad de la información designa los cambios experimentados por la sociedad industrial, especialmente desde el punto de vista de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como las profundas transformaciones que genera en el campo de la economía, la industria y las organizaciones. También hace referencia a la aparición de un nuevo trabajador, el“ trabajador del conocimiento”, que reemplaza al modelo del trabajador manual característico de la sociedad taylorista. En la sociedad postcapitalista, el conocimiento adquiere un lugar fundamental y sustituye la función cumplida por el trabajo y el capital.
Por el contrario, la sociedad del conocimiento pone de presente la necesidad de distinguir entre la información como instrumento del conocimiento( datos que requieren interpretación) y el conocimiento mismo que implica la puesta en marcha de procesos de análisis, comprensión e interpretación críticos. Mientras para la sociedad de la información ésta es una mercancía que puede comercializarse, el conocimiento corresponde a un bien público que requiere ser cultivado, defendido y reconocido como derecho fundamental.
La Unesco( 2005) ha señalado la importancia de distinguir entre sociedad
mundial de la información y sociedades del conocimiento. Éstas, a diferencia de aquella, se basan en un enfoque del desarrollo humano entendido como capacidad para identificar, tratar y utilizar la información frente a los riesgos planteados por la“ brecha digital” y sus implicaciones en el desarrollo del conocimiento y en el reconocimiento de derechos fundamentales como el derecho a la información, la libertad de expresión y el respeto a la diversidad, entre otros.
Se hace necesario problematizar, además, una idea de sociedad de la información que privilegia a la ciencia, la tecnología y la innovación, dejando de lado el aporte ofrecido por las ciencias sociales y las humanidades. Estas distinciones son de importancia fundamental cuando se formulan políticas de fomento a la investigación y se analiza la preocupación de las instituciones educativas por formar integralmente a los profesionales.
Igualmente, frente al panorama descrito, es prioritario establecer las nuevas problemáticas que se plantean a las funciones tradicionales de la universidad, en el contexto de la denominada Reforma de Bolonia que puso en marcha la implementación de un conjunto de medidas orientadas a adaptar el sistema universitario a las nuevas condiciones económicas y sociales, especialmente a las relacionadas con la calidad, la competitividad, la