ISBN 0124-0854
N º 182 noviembre de 2011
humor a la reverencia ante el más fiel relato oral, ante el elocuente testimonio de un periplo eterno que volvió fiesta la palabra.
Escritor David Sánchez Juliao y vallenotóloga Marina Quintero Quintero
la memoria de Alejo, su personaje. La suya es una escucha fácil, un segundo pasaje, posible, porque del mundo del cual las voces dicen, él recibió sus ecos desde siempre, y desde entonces ha venido escuchándolos con avidez y devoción.
Alejo Durán no es un personaje como otros— como El Flecha, como El Pachanga— creados por Sánchez Juliao para reflejar la cultura popular del Caribe colombiano. Alejo Durán es una historia encarnada que se revela entre la realidad y la fantasía, mitificando la memoria de los tiempos.
En la madurez de su carrera creativa, el literato, en Alejo Durán canta y cuenta …,
pasa del ingenio, la inventiva y el cáustico
Así presentó la Pluma de Lorica la conversación con el maestro Durán, documento que, a la muerte del personaje, se convirtió en homenaje a su vida y a su obra y, por supuesto, a la grandeza de la juglaría del Caribe colombiano:
Hace varios años cuando me dedicaba a la grabación de un cuento en los estudios de Sonolux en Medellín, el director artístico de la empresa, Julio Segundo Villa, me contó que el gran Alejandro Durán se encontraba en la ciudad con el mismo propósito. Aquel hecho de que coincidieran una vez más en Medellín la canción popular y la literatura fue asumido por mí como una trampa del destino. Nos había empujado a Alejo y a mí hacía el mismo lugar: él a cantar y yo a narrar. Curiosamente, lo mencionaba a él entre lo que yo iba a grabar; y él iba a cantar de nuevo, quizá por última vez, al vehículo de placas 039, el que según me contó después, era un carro de Lorica … Un taxi de plaza, que conducía un paisano mío a quien llamaban „ El cachaco ‟.