ISBN 0124-0854
N º 182 noviembre de 2011
También cuentan los mayores que la música de gaita es el canto de un joven indígena llamado Chuana que , enamorado , robó el caracol de oro de su tribu para regalarlo a la bella Popuna . 2 Escuchando el canto de la rana y el pujo del sapo , Chuana y Popuna crearon el baile de la gaita , pero Carrúa , el pito atravesado , también admirador de Popuna , reveló el secreto ante el mohán de la tribu quien , indignado , los hizo enterrar a todos vivos , con los cabellos esparcidos sobre la tierra . Más tarde , de ahí nacieron la mata de tuna , la de caña popo y la de carrizo , de donde , desde los primeros tiempos , el indio ha sacado los pitos para hacer su música esencial . 3
II .
En los años en que los signos de una modernidad en ciernes comenzaban a asomar por las faldas de los Montes de María , Lisandro Meza Márquez jugaba , como todos los niños , con totumos , aperándolos como a bestias de carga , y también con los desechos de las empolvadas tiendas y villorrios apostados en las orillas de la carretera . Levantar a piedra cuanta bacinilla vieja encontraran por los caminos era el objetivo de las habituales expediciones infantiles ; los niños disfrutaban haciendo rechinar , una y
otra vez , su peltre desvencijado , que parecía cobrar vida con cada intencionado golpe . Lisandro , en cambio , las tomaba , las inspeccionaba , y producía con ellas sonidos , músicas elementales que se sumaban a la sorda sonoridad de los tarros de leche Klim y al canto brillante de las peinillas y las hojas de naranja envueltas en papel aluminio , que era el envoltorio en que venían los cigarrillos Pielroja .
Aquel conjunto sin nombre alegraba las noches de luna de El Piñal , un pueblo largo que abraza las colinas señoriales de los Montes de María , y que debió acostumbrase a vivir en la carretera troncal de occidente , arteria que lo convirtió en el único corregimiento de Bolívar Grande con todas sus calles pavimentadas . El Piñal , ubicado entre Ovejas y Los Palmitos , es una sola calle , porque detrás de los patios de las casas cuyos frentes miran la troncal “ las colindancias son los potreros y las huertas de los nativos ; de los patios que se suben a las lomas para allá , brama el silencio y ponen sus huevos las iguanas de verano ” ( Hamburguer , 2007:120 ).
— Éramos los enemigos del silencio . Más bien dábamos la sensación de que hacíamos música , pues las bandas de