ISBN 0124-0854
N º 182 noviembre de 2011
Sin embargo , no es sólo el autor de la canción , en actitud individual , quien asume el compromiso de llevar la vocería de su pueblo para hacer el homenaje musical . Ve necesario recurrir al compadre , al amigo , al cómplice con quien comparte los mismos ideales y sentimientos , a quien visita con el fin de hacerle saber la urgencia de participar en la expedición cultural , para demostrar el afecto a ese pueblo en cuyas historias , leyendas y sentimientos ellos se encuentran y se identifican : “ Compadre Ramón , le hago la visita pa ’ que me acepte la invitación / quiero con afecto llevar al Valle en cofre de plata / una bella serenata con música de acordeón ”.
Una serenata engalanada en cofre de plata es la demostración del cuidado y del esmero con que se lleva el presente , pues este no es un objeto cualquiera , de esos que produce la sociedad de consumo . Se trata de “ una bella serenata con música de acordeón ”. Una serenata que lleva como impronta lo que identifica al oferente , su propia música , la de su pueblo , la que lleva el sello de su comarca , y en consecuencia caracteriza , identifica y define a quienes la producen , y marcan las fronteras estilísticas propias de la cultura generadora . Por eso , la serenata lleva la
huella de lo sabanero y , muy puntualmente , de lo sanjacintero ; por eso será una serenata “ con notas y con folclor de la tierra de la hamaca ”.
El obsequio está despojado de ambición personalista , pues es el homenaje de un pueblo a otro como reconocimiento y admiración por la riqueza de su arte musical , y aunque al homenaje se incorpora el canto de Adolfo Pacheco , no se puede perder de vista que sus canciones no le pertenecen a él como individuo , pues ya hacen parte de un patrimonio colectivo , ellas son ya paradigmáticas y representativas del folclor de “ la tierra de la hamaca ”, igual que el “ collar de cumbias sanjacinteras ”, e igual a aquel “ bello son de Toño Fernández ”.
Pero la singularidad del obsequio no se queda sólo en estos referentes simbólicos de la tierra sabanera . La hamaca es una metáfora apropiada para significar la esencia cultural de San Jacinto , pues ella cuenta con el respaldo tutelar del cerro ’ e Maco , ese donde el ambiente sagrado de sus noches permite que en rituales de cósmico silencio , las gaitas farotas digan las “ historias sagradas que antepasados recuerdos esconden ”, de la misma manera que la Sierra Nevada , donde se anidan los