Agenda Cultural UdeA - Año 2011 JUNIO | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 177 Junio de 2011
Tarjeta de identidad Postal de Emilia Pardo Umaña; en la castilla“ Profesión”, Emilia se declara Cronista. Foto: Colección Rosario del Castillo Pardo, Bogotá.
página social del periódico El Espectador, un medio liberal.
Allí hace escuela periodística de la mano de importantes personajes de la historia del periodismo colombiano como Luis y Gabriel Cano, a quienes consideró modelos por seguir en el ejercicio diario de ser periodista; Tomás Rueda Vargas( a quien conocía desde la infancia y por quien confesó siempre profundo respeto y admiración) que fungió como maestro y guía de Emilia y reconoció en ella la chispa indiscreta de la inteligencia; y, por último, su más entrañable amigo, Lucas Caballero Calderón( Lukas, como lo conociera Emilia), ese colega con quien compartió los vaivenes de la vida periodística. Lukas profesó por“ joya”, como llamaba a Emilia, una amistad basada en la atracción de contrarios, pues ellos, que nunca compartían opiniones, siempre estuvieron juntos.
Gracias a sus columnas y reportajes en El Espectador, Emilia se hizo conocer como la primera dama del periodismo
colombiano y como uno de sus más destacados representantes. Es difícil mesurar el impacto que esta cronista logró a lo largo de la década del treinta, el periodo más alto de su popularidad, pero podemos acercarnos al fenómeno que su presencia provocó gracias a las frases de algunos de sus conocidos y a las diferentes anécdotas que dan fe del carisma de esta periodista. Por ejemplo, Ernesto Hoffman Liévano en 1944, en un artículo para la Revista Sábado, se refiere a Emilia en los siguientes términos:
Emilia es para El Espectador lo mismo que, según Juan Lozano, Laureano Gómez es para Colombia: un mal necesario. Porque esta cronista sostiene un número de lectores para su periódico que no han conseguido ni don Luís Cano con sus editoriales; Ulises— Eduardo Zalamea Borda—, con sus comentarios, pronósticos internacionales; el mono Salgar— José Salgar—, con sus reportajes y Próspero— Próspero Morales Pradilla—, con su“ Mirador”. A Emilia se la lee, pese a cuanto se diga, y por sus opiniones se guían las gentes y con sus argumentos se discute y con sus errores y aciertos se yerra y se acierta en esta gris ciudad del águila negra … Así como en política el país se conduce por lo que opina Calibán— Enrique Santos Montejo—, en los demás asuntos Emilia traza la norma de la reacción popular 1.