Agenda Cultural UdeA - Año 2010 SEPTIEMBRE | Page 4

ISBN 0124-0854
N º 169 Septiembre de 2010

Confieso que le temo a la belleza

Renato Barilli
[…]

C abe preguntarse si es justo ser negativos hasta el fondo con relación a la belleza, o si eso no es quizá caer en un exceso de rigorismo mental, casi por el temor de que el fantasma resurja y que, expulsado por la puerta, vuelva a entrar por la ventana. O bien, ¿ no será tal vez que algún grado de adhesión al mito de la belleza sobrevive en el fondo de cada uno de nosotros? Vamos a evaluar esta hipótesis de cerca, pero siempre valorándola con referencia a las distintas vías emprendidas por el arte y la estética contemporáneos. Como he dicho, estos manifiestan en primer lugar un compromiso con la novedad y la originalidad de las experiencias; lo predicaba ya Rimbaud cuando advertía que il faut être absolument moderne( hay que ser absolutamente moderno); y no hay ningún impulso mayor que éste, que parezca quitar espacio a cualquier posible recuperación de la belleza, puesto que ella nos remite ineluctablemente hacia atrás, alude a un

tesoro, a un estándar, a un código ya consagrado, depositado en el banco, al cual los intentos de innovación deberían adecuarse, mientras que un espíritu auténticamente innovador va hacia adelante, hacia una exploración libre e incondicionada. Pero, recorriendo siempre las vicisitudes de las vanguardias del Novecento, se encuentra un artista que comprendió muy bien cómo esto de la originalidad era el rasgo central y más difundido del modus operandi de las vanguardias y, en consecuencia, se propuso invertirlo ab imis( desde el fondo). Se trata de Giorgio de Chirico quien, por el contrario, ha lanzado sobre la mesa un principio de signo inverso: en lugar de ser originales, lo que necesitamos es ser originarios; es decir, emprender el gran viaje hacia atrás para volver a encontrar los orígenes y, por lo tanto, invertir la dirección del tiempo; en vez de proclamarnos futuristas conviene, en sentido opuesto, ser pasatistas, misoneístas, seguidores y partidarios de los ritos de la mode rétro. A lo largo de esta pista, De Chirico ha propuesto un