Agenda Cultural UdeA - Año 2010 SEPTIEMBRE | Page 11

ISBN 0124-0854
N º 169 Septiembre de 2010 donde son tan importantes las obras y su experimentalismo, como el modo de estructurar el habla y la participación pública a propósito de ellas 2. Cómo hablan y cómo escriben son datos tan importantes como su manera de enfrentar la pintura, la escultura, la instalación y el dibujo.
Uno de los materiales que ofrece un buen testimonio es el libro de memorias que escribió uno de los artistas de esta generación: se trata de Orígenes del arte conceptual en Colombia, de Álvaro Barrios 3. En este texto hallamos varios despliegues de la figura autoral, a través de declaraciones verbales que intentan cualificar su posición junto con sus compañeros como primeros rupturistas de la práctica moderna y, muy especialmente, su situación frente al discurso estético y la tradición de la belleza imperante en el modernismo pictórico y escultórico de la generación de los años cincuenta, del que estos artistas afirmaron querer desprenderse para ciertos fines, pero al que apelaron para refugiarse en una tradición que ya era prestigiosa. Vale la pena anotar que Barrios no sólo se reputa a sí mismo como una de las fuentes del arte contemporáneo de filiación conceptualista en Colombia( abandonando, eso sí, el tono profético que, en la década del ochenta, lo llevó a decir que todo el arte iba a ser conceptual), sino que también se convierte en un portaestandarte de información para cuya transformación es una especie de protagonista privilegiado. En el prólogo del libro, Barrios indica cómo la conversación con un joven artista nacional lo convenció de la necesidad de hacer él mismo la historia de estas prácticas de los años sesenta y setenta para darlas a conocer a las nuevas generaciones, pues caían en el peligro de ser olvidadas y pasar inadvertidas para artistas que anhelaban hacer gestos rupturistas, ya practicados en el país. Esta prédica se sustenta, además, en la idea de que, por ausencia de crítica y de historia, la declaración del artista y su testimonio tienen un valor insoslayable, algo en lo que también ha insistido mucho, con tono pedagógico y patrimonial, Beatriz González. A falta de críticos e historiadores profesionales y responsables( parece ser la tesis de los autores memorialistas), está bien que el artista tome la pluma y haga su propia memoria. No en vano hay que recordar que es este“ libro de artista” el primer
2 Piénsese en el hecho de que, casi en su totalidad, la actividad de los artistas modernos colombianos( los que, para el común de la gente, fueron los nombres apadrinados por Marta Traba) es del todo ágrafa.
3 Álvaro Barrios, Orígenes del arte conceptual en
Colombia( 1968-1978), Bogotá, Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 1999.
Álvaro Barrios, Sin título, acrílico sobre lienzo, 30 x 76 cm, 2008, Nohra Haime Gallery.