ISBN 0124-0854
N º 170 Octubre de 2010 forman la contrapartida a las prácticas sociales y políticas . De los “ estilos de acción ” o “ maneras de hacer ”, Certeau propuso un método de análisis de las prácticas culturales organizado en tres niveles : las modalidades de acción , la formalidad de las prácticas y los tipos de operaciones ( Giard , 2006 : 24 ).
El modelo de historia cultural propuesto por Robert Chartier en El mundo como representación : estudios sobre historia cultural elimina las diferencias existentes entre la cultura popular y la cultura erudita ( una concepción interclasista heredada de la historia social ). El punto de partida para iniciar los estudios culturales es la representación , categoría que permite ver las prácticas sociales que intrínsecamente exhiben las formas simbólicas : los modos como el individuo se apropia de su realidad , las múltiples configuraciones intelectuales construidas por los grupos , y las formas institucionalizadas ( colectivas e individuales ) que marcan la existencia de un grupo ( Vainfas , Op . cit .: 229 ).
Notas
1 Entre los historiadores se incluye a José Manuel Restrepo , quien escribió Historia de la revolución en Colombia ( 1827 y 1858 ), y se destacó por narrar el proceso de independencia y de formación del Estado . Dentro de la historiografía posterior a la segunda mitad del siglo XIX se encuentran dos tendencias . La liberal , que quiso romper radicalmente con la herencia del pasado colonial , en la que se destacaron Antonio Plaza y su libro Memorias para la historia de la Nueva Granada desde antes de su descubrimiento hasta el 20 de julio de 1810
( 1850 ) y José María Samper con Ensayo sobre las revoluciones políticas ( 1861 ). La tendencia conservadora , por el contrario , consideró importante rescatar la herencia colonial , la tradición , la Iglesia . Los más importantes representantes fueron : Sergio Arboleda y La República en la América Española ( 1868-1869 ); José Manuel Groot y La historia eclesiástica y civil de la Nueva Granada ( 1869 ), y Juan Pablo Restrepo con La Iglesia y el Estado en Colombia ( 1885 ). A finales del siglo XIX y principios del
XX surgió una historiografía identificada con las academias de historia , que busca evocar el pasado y los valores de la nacionalidad . En esta concepción “ romántico-patriótica ” se encuentran Jesús María Henao y Gerardo Arrubla con su obra Historia de Colombia ( 1910 ). Véase : Bernardo Tovar Zambrano , “ La historiografía colombiana ”, en : Nueva Historia de Colombia , vol . 4 , Bogotá , Planeta , 1989 , pp . 199-204
2 Esta nueva tendencia historiográfica aparece como un intento por renovar los estudios históricos , pretendiendo implementar el rigor y la profundidad en el análisis histórico . Por esta razón , las investigaciones se centraron en analizar el proceso o el conjunto de relaciones en una larga y mediana duración , con el fin de establecer la dimensión significativa de un hecho coyuntural . Entre los autores de esta tendencia se destacan : Indalecio Liévano Aguirre , autor de Los conflictos sociales y económicos en nuestra historia ( 1964 ); Gerardo Molina y Las ideas liberales en Colombia ( 1970- 1977 ); Jaime Jaramillo Uribe y sus obras El pensamiento colombiano en el siglo XIX ( 1964 ) y Manual de Historia de Colombia ( 1978 ); Orlando Fals Borda y los libros Campesinos de los Andes ( 1955 ) y El hombre y la tierra en Boyacá ( 1957 ); Álvaro López Toro y Migración y cambio social en Antioquia durante el siglo XIX ( 1968 ). Véase : Bernardo Tovar Zambrano , “ La historiografía colombiana ”, pp . 207-208 .