ISBN 0124-0854
N º 171 Noviembre de 2010
No es acabar con los libros ,
es pensarlos de otra manera 1
Jaime Iván Hurtado Bonilla
En
un momento en que la industria del libro encuentra en lo digital una oportunidad , que para algunos todavía es sinónimo de peligro e inestabilidad , vale la pena revisar estas anotaciones sobre los retos por enfrentar y los aspectos que indican que bien vale la pena apuntarle a ser críticos y activos partícipes del cambio que presenciamos .
Pido excusas de antemano por retomar como título de este artículo la idea de la obra Nadie acabará con los libros ( Eco & Carrière , 2010 ), recientemente editada por Random House Mondadori . Desde su contraportada se nos dice sugestivamente que “ El libro es como la cuchara , el martillo , la rueda , las tijeras . Una vez se han inventado , no se puede
hacer nada mejor . El libro ha superado la prueba del tiempo ... Quizá evolucionen sus componentes , quizá sus páginas dejen de ser de papel 2 , pero seguirá siendo lo que es ”. Lo compartimos , sin duda : el papel se ha mantenido y vivirá perdurablemente en el tiempo , a diferencia de diversos formatos que , siendo mucho más recientes que éste , ya son historia ( betamax , disco de acetato , CD , VHS , Video Láser , proyector de diapositivas , etcétera ). Nos interesará , como objetivo principal de este artículo , identificar el común denominador de este amplio repertorio , los contenidos , y la forma como podemos aprovecharlos para potenciar y hacer realidad los anhelos de bibliodiversidad y amplia circulación — controlada , por cierto — de toda producción intelectual , que garantice simultáneamente la supervivencia y continuo desarrollo de la industria editorial .
“ Lo que menos queremos es que a la industria del libro le pase lo mismo que a la de la música ”, es la frase recurrente cuando se habla del tema que nos ocupa . No hacemos relación a cosa diferente que aquello que ha marcado la vida de los pueblos , de lo que identificamos como instrumento sinónimo de la cultura , del saber , de la recreación o del ocio . Y sí , es cierto , para alegría o pesar de algunos ( según desde donde se le vea , porque como todo , depende del cristal con el que miremos ):