Agenda Cultural UdeA - Año 2010 MAYO | Page 18

ISBN 0124-0854
N º 165 Mayo de 2010 de la misma cultura articulista. De ahí que su texto nunca deba cuestionar algún tipo de política( cultural, editorial o académica). Quienes escriben artículos hacen parte de un juego donde no cabe interrogar las reglas. ¿ Es posible escribir un artículo académico donde se muestre la misma inviabilidad de ese tipo de escritura cuando se convierte en caricatura de sí mismo? Piénselo bien. Verá que llegamos a una paradoja, un tanto curiosa, pero que no debe inquietarlo. Sólo a un escritor de ciencia ficción delirante como Asimov se le pudo ocurrir la idea de un autómata que controla el universo y que después, por simple enfermedad de vivir, llega a autodestruirse. Colciencias no es Multivac y el mal del siglo no es virus que infecte a la burocracia.
8. Aténgase a expresar opiniones sólo en el área de su especialidad. A la hora de redactar el título de su texto y escribir las palabras clave y hacer el resumen, piense que a usted debe ubicársele con facilidad en el océano de información por donde debe navegar su barquito de papel. Muchos leerán sólo el título y, acaso, el resumen del artículo. Cualquier cosa intempestiva o
descentrada puede convertirlo en un marginal y en un desconocido para las autoridades. Nada de panoramas, relaciones osadas o digresiones que aparten de la finalidad primaria. Situarse fuera de las reglas de control disciplinar( o la salida, más ingenua, de pretender que hace tránsito entre disciplinas) no tiene ningún efecto. Usted sólo se hará más invisible y, a la larga, en su círculo inmediato no será visto ni siquiera como un excéntrico, sino como un ingenuo o un suicida profesional que desperdicia cada artículo para definir cuál es su nicho, su área de competencia.
9. Antes de publicar, pregunte si la revista está indexada. Ya que, si no es así, estará“ botando pólvora en gallinazos” e incurriendo en un exceso de esfuerzo que nunca se verá recompensado. Además, puede haber el peligro de que incluyan lo que usted haga en las categorías de crítica, periodismo, escritura de opinión o, peor aún, en ese renglón con tufillo de miscelánea y cajón de sastre al que se da el nombre de“ otros productos”. Incluso, hay que ir más allá del simple cuidado con el lugar donde se