ISBN 0124-0854
N º 163 Marzo 2010
Recuerdo cuando Luis Alberto Álvarez, ante mi pedido por educarme en la historia del cine, me mostró antes que nada el primer largometraje de todos los tiempos: El nacimiento de una nación, de David Griffith, de 1915. El aburrimiento fue mortal, el cansancio, la desesperación … Pero verlo de nuevo, acompañado por los comentarios de Luis, fue un asombro ante lo que significaba ése, el primer gran ordenamiento de imágenes filmadas según una intencionalidad precisa y, sin duda, visionaria, genial … Y saber que el fenómeno desatado por esa película perdura aún, y que el éxito cosechado por ella en taquilla no ha sido superado, me hacía pensar que este asunto del cine, como dijo Cassavetes, lo trasciende a uno, y que cada vez será más apasionante, porque ya en esos tiempos de mi adolescencia, la frase de Caicedo sobre la posibilidad de verlo todo, no podía seguir siendo cierta.
Yo no aspiro a creer que sea uno el cine valioso, el bueno, el que hay
que ver, o incluso el verdadero( el demoledor). Pienso, con Robert Stam( en Teorías del cine)— y tampoco soy el único—, que“ el „ verdadero ‟ cine se presenta en muchas formas: ficción y no ficción, realismo y no realismo, mayoritario y de vanguardia”. Y no es necesario lamentarse de que algunos alimenten la ignorancia de muchos. Vale por encima de todo la actitud de otros, también muchos, y más de los que uno pueda imaginar, que prefieren guardar cierta cautela ante la inmensidad que saben desconocer. En mi caso, siento que desconozco más que nada lo que ya he visto, lo que he creído conocer, o lo que conozco y no entiendo ni logro descifrar con más de un vistazo. Como crítico, a veces alucino con mi ignorancia y juego al sabedor. Sin embargo, siempre intento, y es mi mayor vanidad, ser un prudente guía en el laberinto de las cosas que se fueron.
Santiago Andrés Gómez es realizador audiovisual, crítico de cine y escritor. Algunos de sus videos más conocidos son: Diario de viaje( Premio de Colcultura), Clemencia, Fricciones, La valentía, El vacío y La muerte de Pedro Canales. Madera salvaje es el título de su novela, publicada por Ediciones B en 1999.