Agenda Cultural UdeA - Año 2010 JUNIO | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 166 Junio de 2010

El“ santo” del Liceo Manuel Zapata Olivella

El

Liceo Celedón, con sus hambres, tormentos gramaticales y aritméticos, en la rememoración de sus inquietudes juveniles, aparece como el horno donde Escalona cuece la levadura de sus rebeldías líricas y sociales. Su temperamento y espíritu, hijo de un combatiente de la Guerra de los Mil Días, cuestiona todas las formas de disciplina.
Sus primeros paseos son requisitorias contra las normas que le impone el enclaustramiento escolar y la sociedad. Lo explosivo de ese despertar es conciliar la rebeldía de los estudiantes contra el significado y valor de los estudios, simbolizados en el cartón de bachiller:
Como yo no tengo diploma de bachiller las muchachas dicen que no puedo enamorar. ¡ Miren cómo aprecian las mujeres el papel y tanto de sobra que se ve en el basural! ¡ Adiós muchachos yo me voy a desterrar al sur de Colombia donde hay paludismo y fiebre si me notan triste es porque me duele dejar mi tierra querida tan llena de bachilleres!
Los profesores se alarman y los estudiantes aplauden cantándolo en las aulas, patios e internados. Un análisis retrospectivo de sus contenidos ideológicos revela que era un cuestionamiento a todo el programa retórico de la enseñanza, en un país necesitado de aplicaciones científicas y técnicas para la solución de los problemas sociales. El joven estudiante, despreocupado de reivindicaciones políticas, esgrime el canto y el verso desde su celda estudiantil, promoviendo a escala nacional una silenciosa y pacífica insurrección. Un llamado a la indisciplina académica, donde el profesor sentenciaba sobre lo divino y lo humano sin remover la herida de los cuestionamientos del discípulo. Estudiantes de primaria, bachillerato y universitarios lo corearán en planteles oficiales, privados, normales laicas y religiosas para niñas y varones. Nadie conocía al tira piedras Escalona, pero su canto prendía devoción, porque también predicaba el evangelio del amor: La molinera, El testamento, El bachiller, El hambre del Liceo son epístolas a la vida, la libertad y el amor.
El crítico de preceptiva encontrará incorrecciones en la métrica de sus versos, acentos y consonancias,