ISBN 0124-0854
N º 167 Julio de 2010
20 de julio de 1810: ¿“ gloriosa fecha” o mera superchería?
Humberto Barrera Orrego
La discusión de si el acta del 20 de julio de 1810 es o no una declaración de independencia no es cosa nueva. En 1872 surgió una polémica entre Miguel Antonio Caro, que escribía en El Tradicionista, y José María Quijano Otero, redactor de La América 1. Ambos polemistas militaban en las filas del partido conservador. Caro arguye con su lucidez habitual y con argumentos concluyentes que el 20 de julio no es aniversario de la independencia ni del nacimiento de la República. Y concluye brillantemente:“ Los patriotas, sin más guía que religión y libertad, fueron a dar a lo que al principio no buscaban: a la independencia y a la República”. 2
1 Boletín de Historia y Antigüedades, No. 267, enero de 1937, págs. 18 a 63.
2 Ídem, pág. 34.
Por su parte, la farragosa argumentación de Quijano Otero se aferra a la tesis de la“ gloriosa fecha”, llama erróneamente a Fernando VII“ el traidor de Bayona” y sostiene, contra toda evidencia, el absurdo argumento de que los signatarios del acta del 20 de julio“ eran republicanos, y tomaban el nombre del monarca prisionero para no perder prestigio entre las masas populares”. Miguel Antonio Caro comprendió que era inútil gastar tinta y materia gris en un adversario tan obtuso y guardó un digno silencio, que su opositor interpretó erradamente( una vez más) como el tácito reconocimiento de su triunfo. El orgulloso silencio de Caro tuvo una consecuencia inesperada y fatal: el presidente Manuel Murillo Toro, mediante la Ley 60 de 1873, definió el