ISBN 0124-0854
N º 162 Febrero 2010 organizado que requiere cierto grado de institucionalidad, especialmente cuando el negocio crece y diversifica las fuentes de lucro, al punto de convertirse en una especie de holding de empresas. Estas oficinas administran negocios tanto legales como ilegales, que no podrían sobrellevarse como negocios modernos si no fuera, por un lado, por la estructura empresarial que los soporta; y, por el otro, por el sistema de seguridad armada del que están dotados para disminuir la incertidumbre sobre las ganancias. Aprendieron que la plata adquirida ilícitamente podía camuflarse como economía legal y, luego, aprendieron rápidamente que a la vez podían aumentar la ganancia haciendo negocios legales.
Sin embargo, en el análisis del empresarismo mafioso, la cuestión no es sólo que los narcos hayan aprendido a ser empresarios siguiendo los preceptos del buen negociante y los principios del mercado, sino que también algunos empresarios no han tenido reparos en actuar como mafiosos con tal de incrementar las
ganancias per se de sus negocios. Al respecto, resulta bastante ilustrativa la reciente situación mundial sobre la crisis de los alimentos: mientras miles de personas mueren de hambre por no poder comprar alimentos costosos, simultáneamente una élite empresarial aumenta sus ganancias, bien porque especula con los precios( que hace más costosos los alimentos) o bien porque vende la comida para hacer biocombustibles, que son económicamente más rentables para el negocio. Que la gente muera de hambre( o a bala, porque la guerra también puede ser vista como negocio) es una oportunidad para que la empresa crezca y, así, aumente la ganancia. En Colombia no han faltado los analistas de mercado que ven en la hambruna una oportunidad para que los empresarios colombianos hagan un buen negocio al invertir en el campo y, así, suplir la demanda por comida a nivel internacional; por supuesto, esto pasará siempre y cuando el negocio de los combustibles lo permitan: es decir, las leyes del mercado decidirán.