Agenda Cultural UdeA - Año 2010 AGOSTO | Page 3

ISBN 0124-0854
N º 168 Agosto de 2010

Arquitectura y despilfarro

Darío Ruiz Gómez
Chicago Spire, Santiago Calatrava, Illinois – Estados Unidos, 610 m, en construcción desde 2007

H

ace algún tiempo un ministro español dijo enfáticamente, ante la crisis económica que se vive en ese país, que“ España necesita más estructuras y menos Moneos”. Pero no era al arquitecto Moneo a quien se refería, sino al arquitecto-ingeniero Santiago Calatrava cuyos puentes hace dos décadas llamaron la atención por la limpieza formal de sus estructuras, siguiendo el ejemplo de Robert Maillart cuyos sobrios y rotundos puentes influenciaron la estética moderna, y conjugaron belleza y función. Hay que decir que en los últimos años Calatrava se ha desbordado conceptualmente, y sus puentes y edificios cayeron en un desorbitado rococó, al gusto de magnates internacionales, de los nuevos ricos de la cultura.
Lo que empezó siendo un sabio planteamiento de la forma a partir de
las nuevas tecnologías, terminó convirtiéndose, finalmente, en caprichos de altísimos costos. Especulación y manipulación de intermediarios y gestores terminaron imponiendo la retórica de lo suntuario, sobre los valores cívicos y las posibilidades estéticas de la ingeniería y de la arquitectura. Y así, en España, hacia la década de los 90, y de manera casi súbita, aparecieron los grandes nombres ahora en boga en la llamada arquitectura internacional: Jean Nouvel, Norman Foster, Peter Eisenman, Jacques Herzog y Pierre de Meuron, entre otros. Con el señuelo publicitario de que esta invasión de grandes estrellas supondría la superación de la pobreza y el atraso seculares, se construyó un palacio de los deportes para una ciudad intermedia en un poblado de mil vecinos, y se edificaron teatros descomunales; o sea, se construyeron“ obras de arte” como