ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010
Del libro El hombre acecha
Lía Isabel Alviar Ramírez
Tiempos de guerra aquellos que hicieron cantar a Miguel Hernández sus más desesperanzadores versos . Coterráneos en contienda padecieron el horroroso espectáculo de sangre y sueños esparcidos por el suelo patrio . Seis décadas más tarde , congéneres contra congéneres , quizá sería más preciso decir terrícolas contra terrícolas , repitiendo la historia de sangre a borbotones y sueños truncos , esparcidos por todo el globo terráqueo .
(…) He regresado al tigre . Aparta , o te destrozo . Hoy el amor es muerte , y el hombre acecha al hombre . “ Canción primera ”, Miguel Hernández
La España de la Guerra Civil y la postguerra redujeron a osamenta a muchos de sus hijos e hijas , a nostalgia y silencio infinidad de sueños . Entre todos los muertos que cobró la mordaza puesta al deseo de libertad de la comunidad española , Miguel Hernández : poeta , como él solía identificarse , merece especial mención , no sólo porque este año se conmemora el centenario de su natalicio , sino porque , fundamentalmente , su obra rebasa la descripción íntima de las vivencias personales y logra hablar en forma universal ; es la humanidad
la que se expresa en cada uno de sus versos .
Cuando la guerra se ve desde un sillón , en la pantalla de un televisor , “¡ hasta entretiene !”; pero cuando se padece en carne propia y además la