ISBN 0124-0854
N º 158 Septiembre de 2009
lo que queda excluido como no representable , pero que al mismo tiempo determina los límites exteriores de lo que se puede representar , es decir , de lo que se puede conocer , de lo que se entiende como realidad .
La aplicación de este esquema de teatralidad a las obras teatrales ofrece resultados muy diversos , pues la complejidad de este mecanismo puede desarrollarse con finalidades y en direcciones distintas . Frente a niveles de teatralidad fácilmente reconocibles , como los de la farsa , el grotesco o la comedia , donde se exageran los códigos exteriores , con el consecuente procedimiento de vaciado de sus contenidos , o los procedimientos de metateatralidad , es decir , de puesta en escena explícita de la representación , el siglo xx ha dado lugar a complejas estrategias de teatralidad con una eficacia expresiva que responde a la visión propia de la cultura contemporánea , teatralidades menos evidentes , pero con un efecto de realidad más profundo . Como rasgo característico de las teatralidades más específicas de la escena del siglo xx , destacan aquellos casos en los que el campo de lo que se oculta , es decir , aquello que se adivina , pero que no se llega ver , se convierte en un interrogante que cuestiona el campo de lo visible , de la superficie de la representación , que es lo que ve el espectador y en donde encuentra proyectada su propia realidad , que queda así también cuestionada desde el escenario de la representación . Esto requiere complejos procedimientos escénicos , elaborados en el nivel de la materialidad de los lenguajes , es decir , de los movimientos , acciones , gestualidad , plástica , sonoridad , etcétera , teniendo siempre en cuenta que el efecto de verosimilitud ya no radica en el realismo de sus resultados , sino en la realidad de sus mecanismos .