Agenda Cultural UdeA - Año 2009 MARZO | Page 5

N º 152 Marzo de 2009
ISBN 0124-0854
N º 152 Marzo de 2009
color . No se trataría de falsificaciones sino de copias que , gracias a su color blanco , neutralizarían la información visual y le permitirían al vidente tener una experiencia táctil más independiente . A su vez , el color blanco , al hacer visible con mayor facilidad las transformaciones propias del contacto físico , podría propiciar un efecto pedagógico en el público sobre las razones para restringir la manipulación de las obras originales en los museos . Tanto el espacio como la información debían ser accesibles ; por ende , se pensó en un espacio de fácil movilidad donde el recorrido estuviera señalado por un tapete y se diseñaron muebles especiales para que los niños , las personas de baja estatura y en silla de ruedas pudieran también gozar de esta experiencia . A su vez , la información debía ser brindada en braille , lenguaje de señas , audio y macro texto . Igualmente , se escogieron el gris y el blanco como los principales colores de la muestra para así crear el contraste necesario que hiciera accesible la exposición a personas de baja visión .
Optar por una experiencia donde fuera “ Permitido tocar ” no significaba solamente liberarnos de las prohibiciones corrientes de un museo , sino ofrecerle al público la posibilidad de que al tocar tuviera un acercamiento a otro tipo de conocimiento , y con ello validar la importancia de otras experiencias sensoriales en el museo . Desde el día de la inauguración nos dimos cuenta de que aquellos que vemos , generalmente , estamos también en situación de discapacidad . Desconocemos cómo tocar y , sobre todo , para qué tocar . Algunos visitantes se acercaban curiosos a las fichas en braille para rozarlas y ponían sus manos sobre las réplicas sin saber muy bien adónde dirigirlas ; por el contrario , los visitantes que usualmente estaban en situación de discapacidad en aquellos espacios habituales del museo , eran capaces de acceder inmediatamente a través de sus manos a la experiencia propuesta . Durante los meses de la exposición , los visitantes pudieron realizar su visita con tapaojos ofrecidos por los monitores que se encontraban en la sala ; de esta manera , observamos que los videntes , al dejar de ver , podían tener a través del tacto una experiencia más independiente que cuando tenían descubiertos los ojos . Así , y como tantas veces nos lo aclararon personas vinculadas con instituciones relacionadas con la discapacidad , cualquiera que ésta sea , la discapacidad es ante todo una situación determinada por un contexto específico que impone ciertas condiciones que pueden convertirse en barreras para algunos individuos .
La experiencia de la exposición Sentir para ver ha sido un primer laboratorio que buscará reflejarse en otros espacios del Museo Nacional , donde esperamos no sólo incluir la percepción táctil como un componente fundamental de la visita al museo , sino también una gama más amplia de experiencias sensoriales como la auditiva , gustativa y olfativa . De esta manera , el compromiso y la obligación que los espacios culturales en Colombia tienen con la población en situación de discapacidad física , cognitiva y