N º 155 Junio de 2009
ISBN 0124-0854
N º 155 Junio de 2009
A vista de pájaro : narradores cubanos
Por : Mónica María del Valle Idárraga *
Una semblanza de los autores que han hecho la literatura cubana de los últimos cincuenta años precisa un álbum gordo . Incluso si es exclusivo para los narradores . Sería un álbum con fotos corales , fotos de viajeros de distintos períodos , fotos de muchos poco familiares al ojo , y en las últimas páginas , rostros nuevos . De ese álbum habría que ampliar o revelar un grupo de fotos discretas o aún en negativo para percibir con justeza lo sui generis de la literatura cubana dentro del panorama literario caribeño o mundial .
Dos rostros poco conocidos se dibujan al abrir el álbum . Enrique Labrador Ruiz , con sus novelas gaseiformes , quien se aprecia de perfil en la reciente noveleta : El esclavo y la palabra , escrita por Rebeca Murga . El segundo : un hombre circunspecto , de bigotico , y unos ojos clavados que delatan sus interiores tormentos ; cuentista vigoroso , periodista , traductor de El viejo y el mar , y por algunos de sus cuentos precursor de la novela policíaca en Cuba , un género que adquirió características peculiares allí , en obras que lastimosamente circulan poco por fuera de la isla . Vemos a Lino Novás Calvo .
Saltemos esta página donde se reconocen a primera vista Dulce María Loynaz , Alejo Carpentier , José Lezama Lima , Virgilio Piñera , Nicolás Guillén , Cintio Vitier , Eliseo Diego , Fina García Marruz , Guillermo Cabrera Infante , Lorenzo García Vega , Antón Arrufat , y Severo Sarduy . Aquí viene , en cambio , otro en camisa de desconocido : “ La Calvita ”, Calvert Casey , con quien paseamos de noche por las calles habaneras . Son los suyos personajes solitarios que se aferran a un libro largo para no morirse , se inventan una Marta para no estar solos , se van de viaje por las venas del amante . Hay que mirar a Calvert detenidamente , pasar esta foto para una hoja más visible .
Cuando salí de Cuba … dejé mi vida
Era 1980 . Saltaron el malecón por el puerto del Mariel , y se les conoció en Miami como Marielitos . Con ese estigma de quien deja un hospital mental o carga un diagnóstico psiquiátrico vivió Guillermo Rosales . Este William Figueras , protagonista de su Casa de náufragos , una de las dos obras que no quemó y apenas recientemente se publican , ¿ será el rostro de Rosales al momento de suicidarse ? En esa literatura del exilio hacia Miami , Rosales plasma , junto con Reinaldo Arenas , la inadecuación , el dislocamiento , la rabia , la imposibilidad del retorno no ya a una tierra negada , sino a un sí mismo