ISBN 0124-0854
N º 161 Diciembre 2009
La mayoría aparecen en algún momento del día por una de las dos únicas iglesias que alzan sus torres orgullosas en Yafo, el puerto bíblico sobre el Mediterráneo a cuyas playas arrojó la ballena a Jonás después de haberlo engullido, del mismo modo que la moderna Tel Aviv se tragó a la bella y antigua Yafo con murallas y todo. En la Iglesia de Saint Peter o en la de Immanuel se encuentran todos ellos y también los árabes católicos que desde hace siglos viven en las casas enormes y viejas del puerto viejo. Los curas franciscanos que administran Saint Peter y que viven en el monasterio vecino recitan la misa para todos, cada hora en un idioma distinto, para que los fieles no se sientan tan lejos y puedan respirar por unos minutos el olorcito sacro del incienso recién quemado, para revivirles la ilusión de volver a ser comunidad.
El 31 sí es distinto, pero no mucho. Desde el 31 de diciembre del 99, cuando en todas partes se transmitió en directo por televisión el cambio de siglo en los distintos países, los de aquí se percataron de que allá afuera existía algo que llamaban la celebración de San Silvestre y les quedó gustando y entonces ahora los festejos de Sylvester, como le dicen aquí sin saber muy bien quién era ése, incluyen fiestas y cenas en cafés y restaurantes a precios de escasez y seducen sobre todo a los jóvenes que ni piensan en la relación entre el 31 de diciembre y el cambio de año, porque para ellos eso ya tuvo lugar el pasado septiembre, en la fiesta judía de Rosh-Hashaná. Ellos festejan Sylvester porque ya saben que el resto del mundo celebra y en todos los aspectos posibles se hacen aquí esfuerzos grandes para que este pedazo de paisito nuestro sea algún día como todos los demás. Entonces los jóvenes, salen también a llenar el aire de risas de muchachos y muchachas, de música y bulla y humo, de conteos regresivos y besos y abrazos a las doce, igual que en todas partes, y ese es uno de esos días en que Tel Aviv se me aparece por momentos como una copia rara del ancho mundo allá afuera, y ya.
Lía Master es antropóloga egresada de la Universidad de Antioquia. Es profesora de idiomas, miembro del consejo editorial de la Revista Aleph de Manizales, ensayista, reseñista y cuentista; actualmente vive en Israel desde donde envía esta colaboración especialmente para la Agenda Cultural Alma Máter.