ISBN 0124-0854
N º 157 Agosto de 2009
y ahora. Tal vez haya en estos juegos una imagen de las posibilidades de lectura no lineal que realizarán quienes pertenecen a la generación posterior a los noventa.
En el espíritu de lo que han hecho Michael Jackson y otros artistas contemporáneos, el mundo de la lectura de las generaciones recientes será un mundo que integrará mil elementos multimediales diferentes. Por eso la vida de este hombre, que hemos visto como la del individuo que logró integrar las casi ilimitadas posibilidades de la expresión artística, se puede convertir para nosotros en una excelente analogía, casi diría una metáfora, para comprender lo que puede y debe llegar a ser el libro digital del futuro. Porque el libro que hemos conocido, el del pasado, como efecto de las profundas transformaciones tecnológicas de nuestro mundo contemporáneo, está condenado a una transformación radical, y ya nos encontramos inmersos en el proceso que conducirá a ésta. Pero no hay que temerle al cambio, pues, a fin de cuentas, lo que importa no es tanto la manera como se transmite la información, cuanto que ésta se encuentre disponible para que los seres humanos hagan buen uso de ella y la empleen de manera provechosa. He aquí la función del libro, tanto la del artesanal y unidimensional de ayer, como la del de hoy, y la del digital de múltiples dimensiones que está en gestación.
The sky’ s the limit!, afirma el optimista dicho norteamericano: el nuevo libro casi no tendrá límites en sus posibilidades. Pero quizás habrá que añadir una consideración que va un poco en contravía de lo dicho: si las posibilidades del libro electrónico son tales, ello no significa por necesidad que el otro libro, el clásico, se vaya a acabar. Se intensificarán las nuevas tendencias, pero es muy probable que la tecnología digital no destruya la vieja. Cada tipo de libro encontrará su nicho, y allí seguirá viviendo, a la manera como la televisión no acabó con la radio, como tal vez se pensó en algún momento, ni la Internet ha acabado con la televisión, o como tantos seres vivos han sobrevivido a la desaparición de otras especies, incluso de especies más avanzadas en complejidad que ellos, pues han encontrado un nicho ecológico adecuado para conservarse y reproducirse. En tal caso, las imprentas seguirán realizando su labor, imprimiendo libros y otros escritos, y las editoriales trabajarán en ambos campos, tanto en la edición de libros electrónicos como físicos, según el mercado les vaya dictando. Se trata de algo que solo el tiempo dirá.
* Javier Escobar Isaza es escritor y traductor. Profesor jubilado de la Universidad de Antioquia, se desempeñó como director del Departamento de Publicaciones de la Universidad de Antioquia( 1988-1989) y dirigió Artes, la Revista, publicación semestral de la Facultad de Artes. Escribió este artículo para la Agenda Cultural Alma Máter.