Agenda Cultural UdeA - Año 2009 AGOSTO | Page 2

ISBN 0124-0854
N º 157 Agosto de 2009

De un pasado artesanal a un futuro mediático. El libro y una analogía: Michael Jackson

Por: Javier Escobar Isaza *
La analogía
El tema que nos ocupa es el libro, el libro como expresión fundamental de la historia humana. Pero hay en los días que corren un lugar común, en el que también vamos a caer ahora, aunque ojalá con sentido: referirnos, como tantos otros, a la muerte de Michael Jackson. Se trata de aquel fenómeno cultural que ha trascendido todas las fronteras, que se ha apoderado de todos los medios de comunicación del planeta, que ha enloquecido a millones de fanáticos y ha causado ira en un buen número de personas mayores, que consideraban inaceptable que la muerte de un representante del mundo del entretenimiento hubiera bastado para trastornarlo todo: de un día para otro, se había olvidado la crisis de Irán; los ojos de aquella joven iraní que se fueron quedando sin vida para sacudir al mundo ante la cámara de video de un celular, parecieron hundirse en el olvido; pasaron a un segundo plano la tragedia que significan los procesos económicos actuales, como el desempleo creciente o la bancarrota de grandes empresas automovilísticas, o la tragedia ecológica a la que está abocado el universo con el calentamiento global, o la crisis política de nuestros países latinoamericanos, y una ceremonia fúnebre, la de aquel hombre, se convirtió en el centro casi único del interés mundial.
¿ Ante qué clase de sepelio nos encontrábamos? Tal vez no haya mejor expresión que llamarlo un sepelio mediático, un acto en el que confluyeron todas las inmensas posibilidades que la tecnología de las comunicaciones ha logrado desarrollar con su ritmo frenético, para reunirlas en torno a quien fue el genio que logró sintetizar, en su vida, en su música, danza y canciones, todas aquellas posibilidades de los medios. La vida mediática y la muerte mediática por antonomasia tenían que desembocar en el sepelio mediático.
Elvis Presley y los Beatles, en su época, habían conmovido al mundo, pero se trataba de una conmoción muy centrada en el ritmo, la melodía y la letra. Elvis, con sus movimientos, señalaba un horizonte, pero no lo desarrollaba a fondo; los Beatles, con el Submarino Amarillo o Help de Richard Lester, avizoraban una salida, desde la expresión musical hacia una expresión más total. Siguieron pasando los días, maduraron los medios electrónicos, se hicieron casi ilimitadas las posibilidades de luces, montaje,