ISBN 0124-0854
N º 157 Agosto de 2009
Otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas; ya no puedo leer; me despierto y comienzo a lamentarme, a apostrofar al hermano, a la hermana, al padre, a la madre y a los tíos, y a vociferar, con gran sorpresa de Damilaville que no entendía nada ni de mi arrebato ni de mis discursos, y que me preguntaba qué me sucedía. 10
Unos meses después, en el Éloge de Richardson, que redactó para el Journal étranger, es a su amigo Damilaville a quien atribuye las reacciones que él había tenido:
Yo estaba con un amigo, cuando nos referimos al entierro y al testamento de Clarisse, dos fragmentos que el traductor francés suprimió, sin que se sepa porqué. Este amigo es uno de los hombres más sensibles que conozco y uno de los más ardientes fanáticos de Richardson: poco faltó para que lo sea tanto como yo. Y se posesionó de los cuadernos para retirarse a leerlos en un rincón. Lo contemplé: primero vi cómo se le salían las lágrimas, pronto las interrumpió y sollozó; de improviso se levantó, caminó sin saber adónde, gritó como un hombre desolado y dirigió los reproches más amargos a toda la familia de los Harloves. 11
Movimientos corporales y del alma cada vez más violentos transmiten la irrefrenable conmoción que invade al lector, las lágrimas y los sollozos, la agitación, los gritos y, finalmente, las imprecaciones, manifestando así, según la bella fórmula de Jean Starobinski, que“ la energía cuya fuente es la novela puede ser completamente volcada en la vida real”. 12
Referencias
1 La Bible, traducción al francés de Louis-Isaac Lemaître de Sacy, París, Robert Laffont( Bouquins), 1990, pp. 1045 y 1608. Cf. Louis Marin, La parole mangée et autres essais théologico-politiques, París, Méridiens Klincksieck, 1986.
2 Seguimos aquí el magnífico análisis de Daniel Fabre,“ Le livre et sa magie”, en: Roger Chartier, ed., Pratiques de la lecture, París, Payot, 1993( 1 ª ed. 1985), pp. 231-263.. Para los poderes mágicos de los textos manuscritos, cf. F. Bouza, Corre manuscrito. Una historia cultural del Siglo de Oro, Op. cit., capítulo 2(“ Tocar las letras. Cédulas, nóminas, cartas de toque, resguardo y daño en el Siglo de Oro”), pp. 85-108.
3 Giordana Charuty, Le couvent des fous. L’ internement et ses usages en Languedoc aux xixe et xxe siècles, París, Flammarion, 1985.
4 William Shakespeare, La Tempête / The Tempest, en: Oeuvres complètes, edición bilingüe( francés-inglés), Michel Grivelet y Gilles Monsarrat, eds., Tragicomédies, vol. 2, París, Robert Laffont, 2002, pp. 373-519( cita en las pp. 474- 475); texto en inglés:“ Remember / First to possess his books, for without them, / He’ s but a sot, as I am” y“ Burn but his books”, acto iii, escena 2, versos 83-85 y 87.
5 Ibíd., pp. 502-503; texto en inglés:“ And deeper than did ever plummet sound, / I’ ll drown my book”, acto v, escena 1, versos 56-57.
6 Jorge Luis Borges,“ El libro de arena”, en; El libro de arena, Madrid, Alianza, 1997, pp. 130-137( traducción francesa: Le livre de sable, traducido por Françoise Rosset, París, Gallimard, 1990, pp. 265-279).