N º 153 Abril de 2009 pusiéramos a éste de presidente.( Al presidente) ¿ Quién diablos te dijo que tomaras decisiones?
ISBN 0124-0854
N º 153 Abril de 2009 pusiéramos a éste de presidente.( Al presidente) ¿ Quién diablos te dijo que tomaras decisiones?
PRESIDENTE: ¿ No soy presidente?
PRIMER MINISTRO: ¿ Y eso te autoriza a tomar decisiones?
PRESIDENTE: Supongo que sí.
PRIMER MINISTRO: Imbécil.
ABOGADO: Calma.
PRIMER MINISTRO: Decisión. Decisiones.
PRESIDENTE: ¿ Para qué un presidente entonces?
PRIMER MINISTRO: Para guardar las apariencias.
Y tú, lo sabías.
PRESIDENTE:( Lastimero) No lo sabía.
ABOGADO: Bien, bien. No tiene importancia. Hay que mantener la moral alta o pereceremos. Cordura. Cabeza fría. Debemos ser dignos de nuestro papel de dirigentes. Si esto no se arregla bien no son nuestros privilegios los que están en juego Mejor dicho no sólo nuestros privilegios, sino nuestras vidas. Nos linchan. La gente no aguanta más. Solo veo una solución...( Al primer ministro) Y depende de usted.
PRIMER MINISTRO: Como siempre.
ABOGADO: Está de por medio el porvenir!
PRIMER MINISTRO: Conozco el estribillo. Guarde esas cosas para el pueblo, en la campaña electoral, conmigo eso no funciona.
ABOGADO: Es el deber.
PRIMER MINISTRO: ¿ El deber? Ustedes son todos iguales. Hable claro.
ABOGADO: Momentáneamente es usted quien debe sacrificarse.
PRIMER MINISTRO: ¿ Yo?
ABOGADO: Cuestión de publicidad. Usted no entiende. No se puede sacrificar al presidente.
PRIMER MINISTRO: No estoy dispuesto a seguir sacrificándome. Cada vez que otros cometen errores yo tengo que arreglármelas.( Al presidente)¿ Usted, no sabe que