Agenda Cultural UdeA - Año 2008 MARZO | Page 36

ISBN 0124-0854
N º 141 Marzo 2008 múltiples modalidades de aprendizajeenseñanza.
El currículo, entendido así, es el“ camino por recorrer”, es en este sentido método que, según la etimología griega, significa camino, camino que sólo se hace mientras se recorre. Es interesante esta cercanía de los vocablos en tanto que el camino que se traza no podrá ser normativo, sino constativo. El currículo no podrá convertirse en un recetario prescrito, ni reducirse a plan de estudios, sino que siempre será posibilidad por realizarse, siempre acompañado de su“ razón”. Este camino no es tampoco fruto del azar, ni del tanteo individual, sino que requiere un encadenamiento razonado en pos de un proyecto. Los métodos son plurales, diversificados de acuerdo con diferentes dominios y al interior de cada uno, dependiendo de los problemas.
El currículo es, por lo tanto, una acción intencional; esto es, constitutiva de sentido, es lo que hace inteligible los procesos educativos. Es, podría decirse, donde se concreta la función orientadora de la educación en tanto
que muestra“ caminos, trayectos que están por recorrerse”. Al curricularizar se toman las múltiples posibilidades de acciones de la organización educativa, se las reconoce y se explicita su sentido formativo. De ahí que no pueda haber nada“ extra curricular” en el sentido literal del término. Lo extracurricular será lo que no es importante ni necesario para la formación. Tampoco se concibe un“ currículo oculto”, porque se trata, precisamente, de“ dar sentido” desde cualquiera de las actividades y procesos que se realicen de acuerdo con el proyecto educativo propio de la organización. Si es oculto es porque no se ha visto, no se ha comprendido su posibilidad formativa. Así, por ejemplo, los“ huecos” en el horario, la biblioteca o la oración son curricularizables, no porque se integren a los procesos“ formalizados” de educación, sino porque se les reconoce su sentido formativo por ser precisamente lo que son y se articulan como parte de las acciones y prácticas de la entidad.
En esta perspectiva, mal se haría si el punto de partida fuese-como tradicionalmente se espera- la