ISBN 0124-0854
N º 140 Febrero 2008
Autobiografía
Tomás Carrasquilla
Uno de nuestros redactores ha tocado discretamente a las puertas de Tomás Carrasquilla . Va en busca de un rato de charla , de algo qué contar al público sobre la vida y milagros del escritor antioqueño . Carrasquilla , como todo hijo de vecino , tiene sus días ; la noche anterior habrá tenido malos sueños , se habrá desvelado quizá y no tiene ánimo para dejarse confesar . Días después nos envió galantemente las confesiones que van enseguida , destinadas a contar detalles de su vida que el público leerá con interés . Gracias para el novelista y para el amigo . Tiene la palabra : El informe autobiográfico que antes os negué y luego os prometí , lo rindo hoy con especial complacencia ; que nada hay más fervoroso que los recién arrepentidos . Prestadme , pues , mucha atención y ... va de cuento : Este servidor de vosotros nació ha más de once lustros , sin que hubiera anunciado el grande acontecimiento ningún signo misterioso ni en el cielo ni en la tierra . Fue ello en Santodomingo , un poblachón encaramado en unos riscos de Antioquia . Según unos , se parece a un nido de águilas ; según otros , a un taburete . Opto por el asiento .
En todo caso , es un pueblo de las tres efes , como dicen allá mismo : feo , frío y faldudo . Mis padres eran entre pobres y acaudalados , entre labriegos y señorones , y más blancos que el Rey de las Españas , al decir de mis cuatro abuelos . Todos ellos eran gentes patriarcales , muy temerosos de Dios y muy buenos vecinos . Como querían que fuera doctor y lumbrera , me pusieron , desde chico hasta grande , en cuanto colegio hubo por esas cordilleras . ¡ Pobres viejos ! Fue mi primer maestro “ El Tullido ”, por antonomasia , protagonista , luego , de algún cuentecillo mío . Parece que esos , mis primeros pasos en la carrera de la sabiduría me imprimieron carácter desde entonces , porque en ninguna parte aprendí nada . La indolencia , la pereza y algo más de los pecados capitales , a quienes siempre he rendido ardiente culto , no me dejaban tiempo para estudiar cosa alguna ni hacer nada en formalidad . Mas , por allá en esas Batuecas de Dios , a falta de otra cosa peor en qué ocuparse , se lee muchísimo . En casa de mis padres , en casa de mis allegados , había no pocos libros y bastantes lectores . Pues ahí me tenéis a mí , libro en mano , a toda