ISBN 0124-0854
N º 142 Abril 2008 y ofrecer alternativas en la búsqueda de la paz social. El ensayo está plagado de buenas intenciones repetidas a lo largo de sus 260 páginas, con un lenguaje abstruso y retórico, y en el cual esta lectora no encontró una sola propuesta concreta para hacer frente al problema de la violencia en Colombia, a no ser el ya propuesto recurso de la ternura contra el fusil. Hace más de veinte años el movimiento hippie proponía más o menos lo mismo; como bien lo sabemos, hoy todos son unos yuppies implacables.
A la hora de escribir, las buenas intenciones por sí solas no bastan. Incluso pueden hacer mucho daño. En este caso, lo que logran es desvirtuar el ancestral poder de la palabra. Si todo exceso deslegitima, el verbal no es una excepción.
En el siguiente recuadro, el lector podrá combinar cualquier fragmento de frase de la primera columna con cualquiera de la columna dos, con cualquiera de la tres y, finalmente, de la cuatro. ¿ Qué queda? Un puñado de frases con poco sentido. Pero su sinsentido corresponde a la misma sensación de vacuidad que quedó al leer las mismas frases en su orden original, y sin fragmentar, en el libro de Restrepo. En el fondo, es triste.