ISBN 0124-0854
N º 130 Marzo de 2007 que apunta ese vocablo : nuevo . Y todos deseamos , a la par , que nuestras adiciones al pasado se ajusten a él armoniosamente , en una ordenación humana noble e inteligente . Pero he aquí que esas dos palabras , tan henchidas de valor positivo , las unció el canciller teutón al servicio de la causa más siniestra que puede concebirse : de una guerra por cosas tan viejas como la tiranía , la brutalidad , la opresión de muchos por unos pocos , el cainismo ; y no de un orden , sino de un desorden , ya que sólo cabe orden en la aceptación voluntaria , en la concordia de los espíritus , nunca en la imposición violenta de un conjunto de abstenciones de las facultades del hombre . ¿ Qué ha sucedido en este caso , tan trágicamente mundial ? Que unos , muchos , han aceptado el sonido de las palabras o , poco más , su significación vaga y aproximada , dando por buena la causa que las echa al aire programáticamente , sin pensar un momento en si corresponden ceñidamente o no a lo que presumen de representar . Es decir , se han dejado engañar por insuficiencia de sentido crítico ante esas dos palabras . Porque no saben en verdad lo que
significan . Porque las conocen remotamente en su más leve apariencia , en su resón , no en su verdad . Esto es , porque no supieron distinguir el poder de engaño , la subversión de valores , implícita en esa jugada política , basada en una sucia jugada verbal . Por eso quiero creer que ese notorio aumento en el interés por la lengua va más o menos oscuramente impelido por el deseo del hombre de no dejarse engañar , de morir por lo que quiere y no por aquello que le hacen creer que quiere a través de esas tropelías del lenguaje .
Y el tercer motivo está en una experiencia personal . Yo , sin ser filólogo , llevo cerca de treinta años en diaria y estrecha convivencia con mi lengua . Soy profesor de literatura . Entiendo que enseñar literatura es otra cosa que exponer la sucesión histórica y las circunstancias exteriores de las obras literarias : enseñar literatura ha sido siempre , para mí , buscar en las palabras de un autor la palpitación psíquica que me las entrega