Agenda Cultural UdeA - Año 2007 MARZO | Page 21

ISBN 0124-0854
N º 130 Marzo de 2007 unos escritores que “ prefieren el éxito a la gloria ”.
Aunque no comparto del todo el pesimismo de Henri Raczymow sobre el destino de la literatura , he leído su libro con mucho interés porque , me parece , pone el dedo en la llaga de un problema a menudo soslayado : el nuevo rol que ha impuesto al escritor la sociedad abierta moderna . En ella , es cierto , ya no tiene sitio el escritor mandarín , aquel que , como Sartre en Francia , u Ortega y Gasset y Unamuno en su tiempo , o un Octavio Paz todavía entre nosotros 3 , hace las veces de guía y maestro en todas las cuestiones importantes y suple un vacío que , por la escasa participación de los demás en la vida pública , o por falta de democracia o por el prestigio mítico de la literatura , sólo el “ gran escritor ” parece capaz de llenar . En una sociedad libre aquella tutoría que ejerce el escritor , a veces provechosamente , en las sociedades sometidas resulta inútil : la complejidad y multiplicidad de los problemas lo conducen a desbarrar si se empeña en dar su parecer sobre todo . Sus opiniones y tomas de posición pueden ser muy lúcidas , pero no necesariamente más que las de cualquier otro — un científico , un profesional , un técnico — y , en todo caso , deberán ser juzgadas por sus propios méritos y no por provenir de alguien que escribe con talento . Esta desacralización de la persona del escritor no me parece una desgracia ; por el 3 México , 1914-1998
contrario , pone las cosas en su sitio , pues la verdad es que escribir buenas novelas o hermosos poemas no implica que quien está así dotado para la creación literaria goce de clarividencia generalizada .
Tampoco creo que haya que rasgarse las vestiduras porque , como dice Raczymow , en la sociedad democrática moderna la literatura deba ante todo “ divertir ”, “ entretener ”, para justificar su existencia . ¿ No lo han hecho , acaso , siempre , las obras literarias que admiramos , las que , como El Quijote o La guerra y la paz o La condición humana releemos y nos hipnotizan al igual que en la primera lectura ? Es verdad que en la sociedad abierta , que tiene disponibles múltiples mecanismos para la exposición y el debate de los problemas y las aspiraciones de los grupos sociales , la literatura deberá ser sobre todo entretenida o , simplemente , no será . Pero la diversión , el entretenimiento , no están reñidos con el rigor intelectual , la audacia imaginativa , el vuelo desalado de la fantasía ni la elegancia expresiva .
En vez de deprimirse y considerarse a sí mismo un ser obsoleto , expulsado de la modernidad , el escritor de nuestro tiempo debería sentirse estimulado por el formidable desafío que significa crear una literatura que sea digna de aquella , capaz de llegar a ese inmenso público potencial que lo espera , ahora que , gracias a la democracia y el mercado , hay tantos seres humanos que saben