Agenda Cultural UdeA - Año 2007 JULIO | Page 6

ISBN 0124-0854
N º 134 julio de 2007 envejece y ennoblece o de la que se corroe y rompe con facilidad. La piedra, el ladrillo y aun el cemento eran y son un ejercicio de tiempo. Ahora, nuevos materiales son usados para aligerar procesos y rendimientos constructivos, creando otro sentido del tiempo, compatible con los tiempos; arquitectura fast food; esto es, arquitectura efímera, de consumo, ― ensanduchamientos ‖ materiales que dan apariencia a pretenciosas formas externas. ¿ Cuáles de estas formas externas se corresponden en su materialidad?
A esta arquitectura que ahora inunda con su lenguaje posmoderno el espacio urbano se le llama de contenedores y pieles; pero, ¿ en cuáles de estas formas externas se corresponden la densidad de la materia, los espacios que encierra, el medio circundante y aun el paisaje lejano? ¿ Hasta dónde son ejercicios de modestia infinita, de respeto por la ciudad o, por el contrario, son ejemplo de megalomanía, egolatría y vanidad de arquitectos? espacio, el tiempo, es decir, la historia y la memoria. Hay que preguntarse cuáles de esas arquitecturas construidas en proyectos de urbanismo social ennoblecerán y cuáles desaparecerán. En algunas de ellas hay mucho de vanidad y poco de ejercicio de modestia que es el principio de la buena arquitectura.
Mientras, la ciudad cambia, se renueva o muta. Por fortuna, y en medio del movimiento incesante de una ciudad que siempre es nueva, ciertas arquitecturas ennoblecidas son el punto de referencia que señalan los tiempos vividos. Antiguas o más recientes, se perpetúan para señalar que siempre habrá una arquitectura – como música de fondo— que marque el derrotero de lo perenne sobre lo efímero.
* Luis Fernando González. Profesor Asociado y Coordinador Académico Maestría en Hábitat, Escuela del Hábitat, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.
En la ciudad del zapping, el shopping y el fast food, lo pretencioso y efímero domina sobre lo perenne, la memoria y el tiempo. Muchos arquitectos pretenden ser más importantes que su propia arquitectura. Ser parte del star system de la arquitectura en las ciudades globales es su sueño. Algunos de ellos tratan de emular las estrellas globales— Nouvel, Hadid, Ito, Foster, Calatrava o Gery—, sin importarles el medio, la realidad geográfica, el