Agenda Cultural UdeA - Año 2007 JULIO | Page 33

ISBN 0124-0854
N º 134 julio de 2007

Una calle de París Elkin Restrepo

Paris no olvida sus muertos , es lo que uno deduce después de encontrarse por todos lados el tributo anónimo de unas flores depositadas allí donde una sencilla placa recuerda a un caído en la guerra . No siempre están frescas pero tampoco faltan , y es de suponer que siempre ha sido así , desde un principio , cuando vencido el ejército nazi , se quiso hacer reconocimiento al sacrificio de sus vidas . Se las encuentra regadas por toda la ciudad en aceras y pórticos , antejardines y senderos , plazas y estaciones , indicando el lugar donde la Gestapo o el ejército nazi asesinó a un francés o , como lo advierte esta otra ubicada en una esquina del barrio latino , a un húngaro , uno más entre tantos extranjeros , que , luchando por la libertad , sufrieron destino igual . Y como es primavera y las flores son de mil colores , el suceso se torna inusitado , sobre todo si quien lo advierte es un forastero llegado de un país donde a sus muertos , tan numerosos y tristes , simplemente se les echa tierra y olvida .
En Clichy donde , si hacemos caso a los títulos de sus libros , Henry Miller pasó días muy tranquilos , está la Cité des fleurs , orgullo del lugar por sus elegantes casaquintas y vivaces
jardines , una pieza de un Paris aún más antiguo y elegante , que permite a sus residentes , por alguna canonjía rara , pues el caso no se repite con ninguna otra , a pesar de que calles preciosas y sosegadas como ésta hay muchas , cerrar y abrir sus puertas de hierro a cierta hora . A las seis de la tarde y seis de la mañana , para ser más precisos . Para el efecto , cada dueño tiene su llave , que procura no perder por razones obvias .
Caminarla no lleva mucho tiempo , son cinco o seis cuadras , entre cuyas rejas y espacios se advierten los ramos apretados de rosas , las capuchinas , glicinias , geranios , helechos , los tomates cerezas y frambuesos , y en los alféizares de las ventanas , como corroborando que la existencia es cosa realmente bella , las macetas de olorosas violetas . De pronto ,