ISBN 0124-0854
N º 139 Diciembre de 2007
A propósito de Fuegos
de Marguerite Yourcenar
María Gladis Velásquez Ibarra
Los
Amar es salir de sí. Charles Baudelaire
personajes tienen en común el origen: hijos de un rey o de una diosa. Origen que, al final, de nada les sirve para escapar de su destino.
Fotografía tomada de Blues et Gospels, París, Gallimard, 1984. integral de nuestra vida, en el caso particular de Yourcenar, el amor de André Fraigneau, el hombre al que amó más que a Dios.
Los tres primeros ensayos: Fedra o la Desesperación, Aquiles o la Mentira y Patroclo o el destino, corresponden a la fase de la desesperación; en este primer momento se manifiesta la pérdida total de la esperanza, o sea, la desesperación, exacerbada hasta la obnubilación del pensamiento. Fedra, Aquiles y Patroclo, anegados en su propio dolor toman decisiones equivocadas que desencadenan acontecimientos no previstos por ellos y éstos los desbordan. Haciendo una extrapolación, podríamos pensar que estos primeros ensayos guardan congruencia con la situación pasional de Yourcenar en la época en la que declara como objetivo amoroso a André Fraigneau, aquel hombre que ama a los hombres y que sólo ve en ella a una inteligente amiga de cuya belleza ni siquiera se percata. ¿ Puede haber mayor dolor que pasar desapercibido por aquel que amamos?....
En los nueve ensayos, a mi juicio, se pueden identificar las fases en un proceso de duelo, entendido éste como el dolor de perder lo que no se quiere perder porque forma parte
No hay nada que temer. He tocado fondo. No puedo caer más bajo que tu corazón.