ISBN 0124-0854
N º 135 agosto de 2007
De Relatos tradicionales de la cultura catía
Luis Fernando Vélez Vélez
“ El aguacero”
Se murió la mujer de un catío y éste se quedó sin harina. El hombre tenía una hija a quien le había arrancado todo el pelo de la cabeza para librarla de los piojos y de otras plagas. Un día en que el indígena no estaba en su casa, llegó una vieja y le dio un poco de harina a la muchacha. Cuando regresó el papá de la sementera, vio la harina y le preguntó a la muchacha quién se la había dado. La hija mintió y dijo que la había preparado ella misma. El indio se puso a batir la harina para tomársela y al batirla encontró una hebra de cabello largo. Le preguntó a la muchacha de quién era ese pelo, ya que no podía ser de ella. La niña se calló.
Sospechó el hombre que alguien estaba visitando el tambo en su ausencia, y al día siguiente salió dizque a trabajar, pero se
quedó escondido. Al poco rato llegó la vieja con su canastica de harina. El hombre le preguntó irritado que por qué resultaba con esa harina en su casa, y lleno de ira le descargó un golpe tan fuerte que la partió por la mitad. Al poco rato, el cadáver se fue volviendo nebuloso y se elevó por los aires convertido en un espeso nubarrón.
Hacía mucho tiempo que no llovía, pero, al día siguiente, de ese nubarrón cayó un copioso aguacero.