ISBN 0124-0854
N º 121 Mayo de 2006 el oficio de codificación y descodificación y a la naturaleza-realidad que le hace entorno.
Esta visión analítica( visión de la filosofía clásica o de una filosofía del análisis) significa desmontar, deconstruir o reducir a partes y apartes lo que admiramos como unidad. En ese reconocimiento( asalto del que es objeto y sujeto cada destino sensible sobre el cual el arte posa su instrumental técnicocultural para conquistar lo ajeno) la“ disponibilidad estética” de aquello que resiste ser devorado sucumbe y se edifica como obra de arte para el escarnio público mediante las pesquisas del artista alucinado. Con su banco de imágenes, el artista esgrime su necesidad de enlace de tales apariciones en discurso, y pese a su osadía, pretende la trascendencia estética más allá de su ensoñación y tegumento. Estas consideraciones, que tantos argumentos aportan al desorden necesario para instaurar una manera o creación, vinculan al cuerpo con su utilidad expresiva, lo tornan vehículo, pero también pasajero para viajar en el tiempo, en la transmisión cultural( en otras palabras lo diría Régis Debray).
Al considerar el cuerpo del arte danzario, aquel cuerpo de la autoría artística, y principal vitrina para la exhibición que promueve su cometido más allá de la muestra pública, estamos considerando también aquel que
sigue siendo obra potencial; cuerpo permanentemente sin conciencia expositiva: un cuerpo cesante como lenguaje artístico, otrora cristalizado en discurso para el consumo público; un cuerpo que quiere ser percibido como otro cuando es estimulado por el deseo y la voluntad, pero cuya presencia artística latente sigue siendo premisa de todo proceso de interrelación; de deguste creativo; de enseñanza-aprendizaje o de confrontación, simplemente. Con la memoria que es, este cuerpo múltiple y único, y que tiene sobre sí mismo( memoria corporal a manera de reo que porta su celda de límites y sueños de disipación) y sobre otros cuerpos con los que se relaciona, el cuerpo para la expresión(¡ como si hubiera otro para un fin distinto!), el poético, el que se abre en posibilidades simbólicas, hace posible la transmisión de las técnicas corporales de entrenamiento y creación coreográfica tales como el ballet, la danza moderna o la contemporánea, las técnicas aplicadas: Yoga, Pilates, Body Mind Centering, etc., y su compromiso con la trasgresión de la norma.
De otra manera, los rigores binarios de la multimedia en boga, que hace del registro y su manipulación su interés y pretensión artística, miran al cuerpo grabado en ceros y unos, para el disfrute postergado. Rigores tecnológicos ajenos a la naturaleza corporal que no alcanzan la misma tensión escénica ni discursiva del gesto vivo, pero que aspiran a