ISBN 0124-0854
N º 118 Febrero de 2006 tienen que existir para poder enfrentarlos con razones.
2. Recordó, entonces, que Borges había escrito en un libro— del que inicialmente no existía sino un único ejemplar que se quemó cuando los obuses asesinos
* Alfonso Monsalve Solórzano. Vicerrector de
Investigacion, Universidad Antioquia. incendiaron la biblioteca de Sarajevo, pero que se salvó providencialmente porque una mujer que trabajaba en un faro se lo había aprendido de memoria— que la mejor bibliotecaria que conoció era, precisamente, una farera. Es increíble cómo los hechos le dieron la razón. Para mayor detalle ver la introducción de S. Lem al libro en mención, La Biblioteca de la Farera. Alejandría, Ediciones Biblioteca Virtual de Alejandría, 1996.
Este texto fue publicado en: Julia García Maza( ed.): Siempre estuvimos en Alejandría. Madrid / Valencia, Asociación de Amigos de la Biblioteca de Alejandría / Edicions Alfons el Magnànim, 1997, pp 159-162.