Agenda Cultural UdeA - Año 2005 SEPTIEMBRE | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 114 Septiembre 2005 provocaron su deterioro . A mediados de los 80 se construyó la plaza minorista , en el sector de la Estación Villa , para reubicar a los venteros en un espacio adecuado que permitiera sacarlos de Guayaquil . El desalojo finalmente se logró , pero el costo fue muy alto : se desencadenó la agonía del barrio , donde permanecieron las prácticas marginales que acompañaban el desarrollo económico , y se marchó de sus calles aquello que fuera la actividad por la cual Guayaquil fue reconocido y visitado por todos : el comercio de víveres " a huevo ". Como recuerda José Guillermo Herrera : " Sesenta volquetas del Municipio cargaron con el último reducto de noventa años de historia auténtica de Medellín , lo llevaron a la estación Villa , lo apretujaron en cientos de puestos de ladrillo cobijados por una monstruosa estructura metálica con tejas de Eternit , y regresaron a sus patios , inocentes de haber cambiado de sitio al corazón de Guayaquil " ( 9 ). Muchos creen que El Pedrero era el último motor que le quedaba a Guayaquil de sus años de gloria y con él se fueron miles de hombres y mujeres , choferes , ayudantes , comerciantes Y todos los que encontraron allí siempre todo más barato . Se fueron ellos y quedaron los mendigos , los pobres , los viciosos y algunas putas . La nueva administración ha traído esperanza : con el programa el Centro vive la recuperación por fin comienza a verse . Le uendo un hueco Son pocas las herencias que quedaron del glorioso Guayaquil . La más evidente de su época dorada es quizás la
actividad comercial que le valió el calificativo de ser una ciudad dentro de otra . Como dicen : " lo que se hereda . .. " Y en Guayaquil se hace efectivo . La práctica comercial ha perdurado por años y años de historia . Una herencia imborrable . El desarrollo que se gestó antes en este espacio para el intercambio y venta de víveres y abarrotes , se trasladó unas cuadras adentro , hacia lo que podría denominarse hoy el corazón de Guayaquil : los sanandresitos . A pesar del ocaso generado por la transformación de la ciudad que desplazó el aprovisionamiento de víveres y demás enseres para otros puntos de Medellín , en Guayaquil continúan vivas y vigentes las prácticas de venteros ambulantes y estacionarios , la prostitución , los bares , algunos hoteles y el juego , y , como se dijo , la dinámica comercial que se constituye en el motor de la economía del barrio . Los locales de cachivaches , los bares que sobreviven , las carretillas que acompañan la delimitación de las calles y el resurgir del comercio , encarnado en El Hueco , dan cuenta de un barrio que aún respira y vive y que hace honor a lo que antaño le valió glorias : la capacidad de negociar . Quizás en ningún otro sector de la ciudad se evidencia tanto la costumbre paisa de la rebaja y el encime como en Guayaquil . Allí persiste , en la práctica comercial con artículos que sólo se pueden adquirir en el barrio o con el contrabando más fino del mundo , ese don de los fundadores de la ciudad : el alma de negociantes . Vibra allí la ciudad comercial . El rebusque es el pan diario en Guayaquil . Una