Agenda Cultural UdeA - Año 2005 NOVIEMBRE | 页面 18

ISBN 0124-0854
N º 115 Noviembre 2005 mito tiene un contenido moral. Posee un significado propio. Transmite valores. En un mito, los seres humanos encuentran su ley, en el sentido más elevado de la palabra, sin tener que buscarla siquiera. Incluso buscándola, no encuentran ninguna ley ni en la conservación de la masa y de la energía, ni en el « caldo primitivo » de la evolución. De hecho, el proceso científico supone un esfuerzo para eliminar cualquier emoción de la investigación y del conocimiento. El científico intenta sustraerse al mundo que intenta comprender. Pretende situarse en un segundo plano, en la posición de un espectador que no perteneciese al mundo que está estudiando. Mediante esa estratagema, el científico espera analizar lo que considera « el mundo real que le rodea ».
Ese pretendido « mundo objetivo » queda también desprovisto de espíritu y alma, de alegría y de tristeza, de deseo y esperanza. En definitiva, ese mundo científico u « objetivo » se convierte en algo totalmente disociado del mundo de nuestra experiencia cotidiana al que estamos acostumbrados. Esta actitud subyace en toda la red de conocimientos tejida por la ciencia occidental a partir del Renacimiento. Tan sólo gracias a la llegada de la microfísica se ha difuminado un tanto I ~ frontera entre el observador y el observado. El mundo objetivo no es tan objetivo como parecía anteriormente.
Notas:( 1) P: B. Medawar, The Hope of Progress( Doubleday, Nueva York,