ISBN 0124-0854
N º 107 Febrero 2005 motivos que le convirtieron en un trabajador inútil en los infiernos . Se le reprocha , ante todo , alguna ligereza con los dioses . Reveló sus secretos . Egina , hija de Asopo , fue raptada por Júpiter . Al padre le asombró esa desaparición y se quejó a Sísifo . Éste , que conocía el rapto , se ofreció a informar sobre él a Asopo con la condición de que diese agua a la ciudadela de Corinto . Prefirió la bendición del agua a los rayos celestes . Por ello le castigaron enviándole al infierno . Homero nos cuenta también que Sísifo había encadenado a la Muerte . Plutón no pudo soportar el espectáculo de su imperio desierto y silencioso . Envió al dios de la guerra , quien liberó a la Muerte de manos de su vencedor . Se dice también que Sísifo , cuando estaba a punto de morir , quiso imprudentemente poner a prueba el amor de su esposa . Le ordenó que arrojara su cuerpo sin sepultura en medio de la plaza pública . Sísifo se encontró en los infiernos y allí , irritado por una obediencia tan contraria al amor humano , obtuvo de Plutón el permiso para volver a la tierra con objeto de castigar a su esposa . Pero cuando volvió a ver este mundo , a gustar del agua y el sol , de las piedras cálidas y el mar , ya no quiso volver a la sombra infernal . Los llamamientos , las iras y las advertencias no sirvieron para nada . Vivió muchos años más ante la curva del golfo , la mar brillante y las sonrisas de la tierra . Fue necesario un decreto de los dioses . Mercurio bajó a la tierra a coger al audaz por
la fuerza , le apartó de sus goces y le llevó por la fuerza a los infiernos , donde estaba ya preparada su roca . Se ha comprendido ya que Sísifo es el héroe absurdo . Lo es tanto por sus pasiones como por su tormento . Su desprecio de los dioses , su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le valieron ese suplicio indecible en el que todo el ser se dedica a no acabar nada . Es el precio que hay que pagar por las pasiones de esta tierra . No se nos dice nada sobre Sísifo en los infiernos . Los mitos están hechos para que la imaginación los anime . Con respecto a éste , lo único que se ve es todo . el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme piedra , hacerla rodar y ayudarla a subir una pendiente cien veces recorrida ; se ve el rostro crispado , la mejilla pegada a la piedra , la ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de arcilla , de un pie que la calza , la tensión de los brazos , la seguridad enteramente humana de dos manos llenas de tierra . Al final de ese largo esfuerzo , medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad , se alcanza la meta . Sísifo ve entonces cómo la piedra desciende en algunos instantes hacia ese mundo inferior desde el que habrá de volverla a subir hacia las cimas , y baja de nuevo a la llanura . Sísifo me interesa durante ese regreso , esa pausa . Un rostro que sufre tan cerca de las piedras es ya él mismo piedra . Veo a ese hombre volver a bajar con paso lento pero igual hacia el tormento cuyo fin no conocerá .