Agenda Cultural UdeA - Año 2005 DICIEMBRE | Page 27

ISBN 0124-0854
N º 117 Diciembre 2005 dije a tu padre que seguramente llamarías anoche. Pero no, él tenía que ¿ Estás bien, Muriel? Dime la verdad.-Estoy perfectamente. Por favor, no me preguntes siempre lo mismo.-¿ Cuándo llegaron?-No sé... el miércoles, a la madrugada.-¿ Quién manejó?-Él-dijo la chica-o Y no te asustes. Condujo bien. Yo misma estaba asombrada.- ¿ Manejó él? Muriel, me diste tu palabra de que...-Mamá-interrumpió la chica-, acabo de decírtelo. Condujo perfectamente. No pasamos de ochenta en todo el camino, esa es la verdad.-¿ No trató de hacerse el tonto otra vez con los árboles?- Vuelvo a repetirte que manejó muy bien, mamá. Vamos, por favor. Le pedí que se mantuviera cerca de la línea blanca del centro, y todo lo demás, y entendió perfectamente, y lo hizo. Hasta se esforzaba por no mirar los árboles... podía notarse. Entre paréntesis, ¿ papá hizo arreglar el auto?-Todavía no. Piden cuatrocientos dólares, sólo para...-Mamá, Seymour le dijo a papá que pagaría él. No hay motivo, entonces...- Bueno, ya veremos. ¿ Cómo se portó? Oigo, en el auto y demás...-Muy bien-dijo la chica.-¿ Siguió lIamándote con ese horroroso...?- No. Ahora tiene uno nuevo.-¿ Cuál?-Mamá,. [ qué importancia tiene!-Muriel, insisto en saberlo. Tu padre...-Está bien, está bien. Me llama Miss Buscona Espiritual 1848-dijo la chica, con una risita.-No tiene nada de
gracioso, Muriel. Nada de gracioso. Es horrible. Realmente, es triste. Cuando pienso cómo...-Mamá-interrumpió la chica-, escúchame. ¿ Te acuerdas de aquel libro que me mandó de Alemania? Acuérdate... esos poemas en alemán. ¿ Qué hice con él? Me he estado rompiendo la cabeza...-Tú lo tienes.- ¿ Estás segura?-dijo la chica.-Por supuesto. Es decir, lo tengo yo. Está en el cuarto de Freddy. Lo dejaste aquí y no había lugar en la... ¿ Por qué? ¿ Él te lo pidió?-No. Simplemente me preguntó por él, cuando veníamos en el auto. Me preguntó si lo había leído.-iPero está en alemán!-Sí, querida. Ese detalle no tiene importancia-dijo la chica, cruzando las piernas-. Dijo que casualmente los poemas habían sido escritos por el único gran poeta de este siglo. Me dijo que debería haber comprado una traducción o algo así. O aprendido el idioma... nada menos...-Espantoso. Espantoso. En verdad es triste. Anoche dijo tu padre...-Un segundito, mamá-dijo la chica. Cruzó hasta el asiento junto a la ventana en busca de sus cigarrillos, encendió uno y volvió a sentarse en la cama-o ¿ Mamá?-dijo, exhalando el humo.-Muriel... mira, escúchame.-Te estoy escuchando.-Tu padre habló con el doctor Sivetski.-¿ Ajá?-dijo la chica.-Le contó todo. Por lo menos, así me dijo... ya sabes como es tu padre. Los árboles. Ese asunto de la