Agenda Cultural UdeA - Año 2005 ABRIL | Page 14

ISBN 0124-0854
N º 109 Abril 2005

El sepulcro de Don Quijote

Me preguntas, mi buen amigo, si sé la manera de desencadenar un delirio, un vértigo, una locura cualquiera sobre estas pobres muchedumbres ordenadas y tranquilas que nacen, comen, duermen, se reproducen y mueren. ¿ No habrá un medio, me dices, de reproducir la epidemia de los flagelantes o la de los convulsionarios? Y me hablas del milenario. Como tú, siento yo con frecuencia la nostalgia de la Edad Media; como tú, quisiera vivir entre los espasmos del milenario. Si consiguiéramos hacer creer que un día dado, sea el 2 de mayo de 1908, el centenario del grito de independencia, se acababa para siempre España; que en ese día nos repartían como a borregos, creo que el día 3 de mayo de 1908 sería el día más grande de nuestra historia, el amanecer de una nueva vida. Esto es una miseria, una completa miseria. A nadie le importa nada de nada. Y cuando alguno trata de agitar aisladamente este o aquel problema, una u otra cuestión, se lo atribuyen o a negocio o a afán de notoriedad y ansia de singularizarse. No se comprende aquí ya ni la locura. Hasta del loco creen y dicen que lo será por tenerle su cuenta
Por Miguel de Unamuno y razón. Lo de la razón de la sinrazón es ya un hecho para estos miserables. Si nuestro señor Don Quijote resucitara y volviese a esta su España andarían buscándole una segunda intención a sus nobles desvaríos. Si uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería, se preguntan los esclavos: ¿ qué irá buscando en eso? ¿ A qué aspira? Unas veces creen y dicen que lo hace para que le tapen la boca con oro; otras que es por ruines sentimientos y bajas pasiones de vengativo o envidioso; otras que lo hace no más sino por meter ruido y que de él se hable, por vanagloria; otras que lo hacen por divertirse y pasar el tiempo, por deporte. iLástima grande que a tan pocos les dé por deportes semejantes! Por Miguel de Unamuno FÍjate y observa. Ante un acto cualquiera de generosidad, de heroísmo, de locura, a todos esos estúpidos bachilleres, curas y barberos de hoy no se les ocurre sino preguntarse: ¿ por qué lo hará? Y en cuanto creen haber descubierto la razón del acto-sea o no la que ellos se suponense dice: ibah!, lo ha hecho por esto o por lo otro. En cuanto una cosa tiene razón de ser y ellos la conocen