ISBN 0124-0854
N º 103 Septiembre 2004
El arte del movimiento
Nació en Francia y para algunos es sólo otra forma más de jugarse la vida. Sus practicantes, en cambio, lo defienden como una mezcla de gimnasia, atletismo, artes marciales, breakdance, filosofía oriental y malabarismos varios. Se trata de llegar de un punto a otro de la ciudad en línea recta salvando, sólo con el cuerpo, edificios, escaleras, azoteas... Lo llaman el arte del movimiento. El creador del asunto, bautizado Le Parkour en francés y Freerun en inglés, es David Belle, un francés que tiene un poco de Spiderman y otro poco de Matrix. Con mucho entrenamiento ha llegado a ser un " traceur "( nombre con el que se designa al que practica este deporte) capaz de proezas increíbles: saltos de un edificio a otro a 25 metros de altura, escaladas por balcones, mortales en tejados... A finales de los BO Belle, hijo de un soldado profesional, comenzó a sembrar
las semillas de lo que se convertiría en un fenómeno internacional. Atraído por un deseo de libertad total, Belle empezó a desarrollar sus habilidades en un bosque. Sin embargo, cuando su padre fue reasignado al suburbio parisino de Usses, Belle se vio forzado a adaptar sus acrobacias a un ambiente urbano. Belle describe el deporte como " una forma de usar los obstáculos que nos encontramos en el camino para inventar saltos y acrobacia s, todo ello combinado con velocidad, fluidez, estética y originalidad ". El objetivo principal del parkour es crear una carrera en la que una serie de obstáculos aparecen de manera creativa, atlética y acrobática. Las carreras entonces se componen de saltos, volteretas aéreas, carreras por paredes, y toda suerte de movimientos extremos con el único lím ~ te de la habilidad y creatividad de quien emprende