Agenda Cultural UdeA - Año 2004 JUNIO | Page 8

ISBN 0124-0854
N º 100 Junio 2004 bullicioso grupo de periodistas y de estudiantes de periodismo. Apenas si dio tiempo para que unas compatriotas suyas, que le saludaron en polaco, le proporcionaran unos minutos de relajamiento mental; venía preparado para hablar en una lengua distinta de la suya. Les firmó autógrafos y se enfrentó a la tarea que, aunque frecuente, no llega a hacérsele familiar: la de las conferencias y los diálogos públicos. En un diálogo de una hora y media periodistas, estudiantes, profesores de periodismo, le oyeron decir, en el mismo tono sencillo con que se comunican convicciones de toda la vida, que el periodismo había comenzado a declinar porque antes era una misión, hoy son miles y miles de personas las que hacen periodismo como una ocupación más; antes la información estaba asociada a un proceso de búsqueda de la verdad, hoyes una mercancía cuya venta y distribución puede reportar grandes beneficios. Hoy los románticos buscadores de la ve ~ dad que antes dirigían los medios, fueron desplazados por hombres de negocios. Veo a los estudiantes anotar con avidez sus palabras; reconozco a los veteranos del ofi. cio, que escuchan reflexivos y severos. Yo mismo anoto en mi libreta: " la informaciá1 dejó de estar supeditada a los criterios tradicionales de la autenticidad o la falsedBlt ahora depende de las leyes del mercado.' Mientras José Salgar orienta la conversación hacia las exigencias del periodismo d ~ futuro, crece en mí la convicción de que ~ solidez del periodismo de hoy y de mañana depende de
esa pureza primitiva en el ejercicio del oficio, que Ryszard transmite. Frente a ese periodismo obsesionado por los poderosos y los famosos, concentrado alrededor de gobernantes, políticos, campeones, ricos y reinas de pasarelas, le oiga proclamar con terquedad profética: " hace más de 40 años que viajo por los países del tercer mundo. Cuando empecé a escribir sobre estos países donde la mayoría de la población vive en la pobreza, me di cuenta de que aquél era el tema al que quería dedicarme. Escribía también por razones éticas: los pobres suelen ser silenciosos, la pobreza no llora, no tiene voz. sufre en silencio. No se rebela, cuando alberga alguna esperanza, entonces se rebela porque espera mejor raro No pretendo limitarme a escribir sobre pobres o ricos... Es muy difícil comprender que cada uno de nosotros es un ser humano conectado a otros seres humanos." Siento en el ambiente, cuando se anuncia la última pregunta, que la sesión ha sido demasiado corta porque falta mucho por descubrir. A ese auditorio el oficio del periodista se le ha aparecido bajo la luz nueva de un espíritu distinto. En esto consiste la novedad de este viejo reportero polaco. Apenas si nos quedó tiempo para intercambiarnos libros. En la primera página de su último libro, escribió con letra apresurada una dedicatoria " con profundo respeto y con mucha amistad." Hice lo mismo al dedicarle un libro mío: " a un viejo amigo a quien acabo de conocer."