Agenda Cultural UdeA - Año 2004 JULIO | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 101 Julio 2004 los precios más bajos. En n. aal a e los últimos años, el número de unidades vendidas se redujo anualmente a un ritmo del 23 por ciento y la facturación cayó en promedio 33,5 por ciento cada año. Esto ha llevado a las casas disqueras a no invertir en nuevos artistas, pues prefieren asegurar las ventas con géneros e intérpretes conocidos. Son muchos los retos que enfrenta la industria musical en Colombia y en todo el mundo. Los principales corren por cuenta de los avances tecnológicos y la piratería. Sólo en Colombia, la industria discográfica pierde 70 millones de dólares como consecuencia de las producciones de discos ilegales o piratas, según la Unidad Nacional de Fiscalía Especializada en Delitos contra la Propiedad Intelectual y las Telecomunicaciones. Cine Los héroes de las películas colombianas son quienes las producen. Las dificultades que enfrentan al competir con las millonarias producciones extranjeras, en particular las estadounidenses, se ven reflejadas en las cifras. Según el estudio del CAB, apenas 3 por ciento de las películas que se exhiben en las salas de cine del país son nacionales. Mientras a finales de los 70 se producían en Colombia entre once y doce películas anuales, en los últimos años el número de producciones colombianas se ha reducido a cinco. Una de las causas del drama que ha vivido la industria cinematográfica nacional, dice el estudio, es la forma equivocada como
los gobiernos han intentado promoverla. La experiencia de Focine, entidad que se liquidó en 1992, permitió en su momento elevar el número de producciones, algunas de ellas con buenos resultados de taquilla, pero no consiguió articular una verdadera industria. Los esfuerzos se concentraron en la producción de películas y descuidaron actividades clave como la comercialización, la publicidad y el acceso a otros países. Con la aprobación de la ley del cine, en julio de 2003, se espera corregir esos errores y dar mejores condiciones de financiación a quienes se lanzan a producir películas en Colombia. El siguiente eslabón en la cadena es la distribución. En Colombia, 63 por ciento de los títulos que se estrenan son comercializados por tres empresas: Buenavista Films, United Pictures International y Cine Colombia, que tiene participación de la compañía Time-Warner. El predominio de los distribuidores estadounidenses se debe a que estos comercializan las películas de ese país, que son a su vez las de mayor demanda en Colombia. La última etapa para que una película llegue a los consumidores es la de exhibición. El número de espectadores en salas de cine bajó de 26 a 18 millones anuales entre 1990 y 2002. El número de pantallas también se redujo, al pasar de 1.085 a 302 en ese mismo período. A este descenso, dice el estudio, ha contribuido la entrada paulatina