Agenda Cultural UdeA - Año 2003 OCTUBRE | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 93 Octubre 2003
1982 se reunió en México la conferencia mundial sobre la cultura, Mundialcult, auspiciada por la UNESCO. Se produjo allí el cuestionamiento al modelo de desarrollo vigente, pues se constata que se aplican sin discriminación algunas recetas que no contemplan la diversidad cultural con la consiguiente pluralidad de visiones sobre el mundo que caracteriza al ser humano. Acudiendo a la definición antropológica de cultura-aquello que define la manera de ser del hombre y de los hombres, su concepción de la vida y del universo, su percepción de sí mismo y de los otros-, se plantea un cambio en la ideología que debe guiar el desarrollo. El hombre será en adelante el sujeto y el objeto del desarrollo, y por lo mismo, no podrán aplicarse recetas universales; por el contrario, el Estado y los organismos especializados deberán concertar sus acciones con la sociedad y sus individuos. Los planes y proyectos para alcanzar una mejor calidad de vida nacerán de las sociedades mismas, del conocimiento y calificación de sus prioridades, de la satisfacción de las necesidades que ellas mismas consideren
prioritarias. Sólo teniendo en cuenta esa dimensión cultural se podrán realmente alcanzar las metas que implican la realización de la persona humana, es decir, el robustecimiento de su identidad, de la conciencia de sí misma y de la pertenencia a un grupo, a una sociedad, a una nación. Este concepto que parecería obvio puesto que se trata, en el fondo, de proveer a la persona humana de su perfecta dignidad y a los pueblos del derecho a su identidad y a la diferencia, no está, inclusive hoy, generalizado. Por el contrario, el proceso de globalización parece atentar contra la salvaguarda de la diversidad cultural, es decir, de las diferencias. Paradigmas homogenizantes nos incitan a ser como otros. Modelos ajenos nos enajenan. Es entonces cuando la afirmación cultural es necesaria. " Uno es uno mismo y ese afán de ser otro " nos dice el poeta Octavio Paz. La identidad como afirmación personal y colectiva. Uno es uno mismo si tiene la capacidad de reconocerse. De ser. Uno es uno mismo si tiene la voluntad de reconocerse, es decir, de ubicarse en la historia, de insertarse en el torrente de la