ISBN 0124-0854
N º 94 Noviembre 2003 actuaciones utópica p o r M a g a l y M u g u e r c i a
En el teatro caribeño se ve realidad y fantasía, resistencia de siglos atrás, utopía a diario, descubrimiento y reinvención en medio de la creación y la libertad
El Caribe es un conjunto de islas y costas irreverentes, alegres y nostálgicas. Aparece en el imaginario como sitio mágico: vudú, santería, rastafari; sociedad secreta, máscaras, trances y rituales. También como sitio erótico: contra un fondo cadencioso de son, rumba, salsa, steel bands, calipso y regué, sobrevienen los escándalos del vestuario, la ornamentación desenfrenada de la vida cotidiana, el gesto por puro placer, el carnaval. Para corregir el sesgo turístico pudiéramos añadir a lo anterior decenas de desembarcas de marmes, y agregar que hemos sido cabeza de playa del coloniaje y del neocolonialismo; y que más tarde fuimos un principal enclave de la confrontación Este- Oeste; el Caribe, según todo lo anterior, es un escenario en el que el poder ha hecho apuestas decisivas durante quinientos años. Razas y culturas muy diversas colisionan en nuestro mediterráneo. Frente a la hegemonía blanca, norte y eurocéntrica, los negros, los indios, los asiáticos y polinesios, los mestizos y los criollos sediciosos tuvieron-y tienenque inventarse modos para proteger su autoctonía y su saber. Caribe es lugar de resistencia y cimarronaje. Lugar de invención, en forcejeo con la maniobra asimiladora. Piratas de todas las banderas; esclavos, náufragos y migrantes; héroes y redentores