Agenda Cultural UdeA - Año 2003 MAYO | страница 6

ISBN 0124-0854
N º 88 Mayo 2003 decir, una manera de autoconstitución política de algunas sociedades; o sea que la modernidad apunta a la autodeterminación política y a la autonomía moral. Por su parte modernización se refiere a procesos económicos, tecnológicos y políticos ocurridos principalmente a partir de la revolución industrial. En otras palabras, la modernización sería el proceso de cambio en las formas de producción, de consumo, de modos de vida, etc., todos ellos fenómenos empíricos que no se insertan necesariamente en un conjunto articulado y significativo que implique la presencia de un " proceso emancipador ", se refiere solamente a la calculabilidad y al control de procesos sociales y naturales.
Lo importante de considerar la tecnología en este contexto es saber que la interacción del hombre con ella ha transformado al mundo y al propio hombre.
La prolongación de los sentidos y habilidades naturales del ser humano a través del desarrollo de instrumentos, técnicas y medios de comunicación, ha alterado la naturaleza y la actitud del hombre frente a ella, que a su vez es un reflejo de esta actitud.
Toda tecnología lleva en sí una parte de la cosmología del hombre, de su visión del universo, de sus propias facultades, de su raciocinio y de su imaginación. Es por ello
que se duda del razonamiento que defiende la neutralidad de la tecnología.
La tecnología ha influido sobre aspectos como la vida familiar, la religión, la cultura, la política, las actividades empresariales, la jerarquía social, la hegemonía socioeconómica, los valores, la moral sexual y la epistemología. Ha cambiado desde lo trivial hasta lo más fundamental.
El principal efecto de la tecnología sobre la cultura ha sido propagarla. Las nuevas técnicas de difusión tienen repercusiones en la cultura no sólo en su popularización sino en la controversia de si el carácter será nacional o supranacional. La desaparición del folklore como resultado de la internacionalización es un hecho que puede mirarse desde diversos ángulos, pero lo esencial es saber qué contenido nuevo sustituirá al folklore, qué intereses representará y qué estilo de vida reforzará. Hasta ahora sólo se percibe la desinformación siguiendo los dictados de la sociedad de consumo. Además la propagación de la cultura cambia las pautas personales y su carácter social. Incluso el turismo interviene de la misma manera, una nube de banal uniformidad amenaza a la tierra; los lugares sagrados, los parajes más bellos y únicos son invadidos, desacralizados y disueltos en los