ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003 como los grandes hombres y mujeres sobre quienes hemos leído. florecer y permaneció callado. Entonces,
Pero si nos examinamos detalladamente, podemos descubrir que poseemos un talento con el cual podríamos crear belleza o alegría, o ayudar a alguien más para lograr algo bueno.
Los bosques estarían muy callados si ningún otro pájaro cantara a excepción de aquellos que tienen voces de prima donna. Es necesaria una multitud de pequeños pájaros para producir la música del verano. Igualmente, se necesita una multitud de pequeños logros para construir una vida rica.
Repito, hay más en usted de lo que usted sabe. Mire su mente como un naturalista estudiaría una planta, y puede que se sorprenda por lo que encontrará.
El brezo que cubre las colinas y páramos de Escocia es una planta bastante fea. Aun así, vista bajo un microscopio demuestra ser una cosa exquisita. Sus campanillas diminutas revelan tal delicadeza de color y tracería, que si uno las mira fijamente puede perder fácilmente la noción del paso del tiempo. Un día, un científico se encontró a un viejo pastor montañés y le dio un ramo de brezos y un microscopio. Él contempló intensamente el
devolviendo los brezos y el instrumento, dijo: " Ay, hombre, desearía que usted nunca me hubiera mostrado esto ". "¿ Por qué?", le preguntó el botánico. " Porque mis rudos pies han pisado y roto demasiados de ellos ".
Algo así sucede con nuestras mentes. Lo que consideramos en nosotros lugar común y poco interesante, puede tener encanto y nobleza si lo miramos a través de la lente de un fuerte deseo de hacer lo más que podamos con las tacutaces que Dios nos ha dado. Es este deseo el que descorre el velo que cubre a las capacidades.
Pienso en una mujer que empezó la vida pobre, desvalida, inculta y casi ciega. Durante mucho tiempo pensó que no había nada en el