Agenda Cultural UdeA - Año 2003 FEBRERO | Page 13

ISBN 0124-0854
N º 86 Febrero 2003
Si hoy en día hablamos de los derechos de los discapacitados, no es porque súbitamente nuestro tiempo haya adquirido una sensibilidad que no existía antaño, ni porque, por fin, nuestros legisladores, jueces y hasta constituyentes pretendan subsanar Ios errores y omisiones en que han incurrido sus predecesores.
Creo, al contrario, que detrás de la emergencia de la preocupación por los derechos de los discapacitados hay, por un lado, toda una historia de subyugación, debidamente silenciada y, por otro lado, un movimiento de inclusión que sólo hoy en día se pone evidencia. Considero importante rescatar esta historia-así sea con la precariedad de quien no es historiador, y con el atrevimiento de quien define algunas cosas a su antojo-, con el modesto propósito de señalar algunos puntos que deben alimentar esta reflexión, y que obviamente tienen que ser muy distintos de los que nacen de la caridad cristiana o de la conmiseración laica.
Una hipótesis, que quisiera poner a prueba hoy, sería la siguiente: el mundo moderno desconoció la existencia de los discapacitados y por eso sus derechos no fueron siquiera tema de discusión; los derechos de los discapacitados emergen con el llamado postmodernismo y por lo tanto están emparentados con las luchas por el
reconocimiento de las minorías y de las diversidades.
Para demostrar esta hipótesis, partiré de una afirmación de Foucault, según la cual las sociedades que se formaron en Europa en la época clásíca 1
( probablemente sólo ahora podamos presentir su desaparición pero no visual izar su nueva forma) son sociedades disciplinarias. Definiré, entonces, qué es disciplina, qué papel juega el cuerpo en ella, para terminar refiriéndome a la cuestión de los discapacitados en el mundo actual.
La disciplina
Cuando hablamos de disciplina, no hablamos de grandes acontecimientos, de grandes sistemas, ni de grandes ideas. La disciplina evoca el culto de las pequeñas cosas, la exuberancia de la ortopedia del detalle.
Esos detalles, esas pequeñas cosas fueron las que permitieron la reformulación de las prácticas pedagógicas por medio de un control minucioso de las actividades, los cuerpos y el
1 No sé cuántos historiadores estarían de acuerdo con
esta cronología, pero según Didier Eribon, que no es historiador, ese período estaría comprendido entre finales del siglo XVI y el siglo xix.( Ver, Didier Eribon, Michel Foucault( Traducción de Thomas KauJ). Barcelona: Editorial Anagrama, 1992, pág. 290 Y ss).
Michel Foucault.“ Las Mallas del poder” en Ética, estética y hermenéutica( Traducción de Angel Gabilondo). Buenos Aires: Ediciones Paidós Ibérica, 1999, pág. 243.