Agenda Cultural UdeA - Año 2003 AGOSTO | Page 24

ISBN 0124-0854

N º 91 Agosto 2003 hilos

para una historia p o r B e a t r i z h e l e n a r o b l e d o

Los títeres son, sin duda, un espectáculo en el que casi todo ocurre tras bambalinas: desde su creación hasta su funcionamiento. Un recuento de los títeres en Colombia y, con ellos, de sus creadores: los titiriteros
En el barco en el cual Hernán Cortés se dirigía por primera vez al Nuevo Mundo, venía un titiritero que lo acompañó en su viaje de México a Honduras en 1524( 1). ¿ Qué pensarían los indígenas de este hombre que intentaba divertirlos o, lo más seguro, enseñarles el respeto y la obediencia a los reyes y a la Iglesia, utilizando muñecos de trapo y madera? Es probable que hayan encontrado la remota relación con las figuras que encarnaban a sus dioses. SI no hubiera existido ese corte tajante y sangriento en la historia americana, lo más seguro es que contáramos con una tradición titiritesca fuerte, continua y unida a una expresión colectiva más real. Sin embargo, así no fueron las cosas, y buscar los orígenes es ahondar en dos vertientes: la influencia española y las manifestaciones colectivas más propias del
ritual carnavalesca y festivo. Por ejemplo, los muñecos del carnaval de Barranquilla, los del carnaval de Blancos y Negros y la fiesta de año nuevo en Pasto. En la otra variante ya se puede hablar de nombres y apellidos. Como dice Fernando González Cajiao, la primera vez que se tiene noticia de los títeres en nuestro país es cuando adquieren " posición social ". "[ Fue! en 7 87 ~ en Bogotá, donde comenzó a funcionar el l / amado pesebre Espina, por su fundador Antonio Espina. [.../ Se inauguró con la pieza Don Pedro Taquillas de Tirso de Molina, aunque el repertorio consistió sobre todo en historietas sacadas de la vida real y que revelaban el íntimo contacto de los títeres con el teatro costumbrista de la época donde el ' chispazo ' bogotano hal / aba su mejor expresión; los arf, umentós de las obril / as versaban sobre los